Ríndete ante mí, abre tu mente, tus alas, tu corazón. Déjame ver qué hay dentro, déjame explorar tus entrañas. Puedes salvarte, yo no; hace años que perdí esa facultad y necesito que me ayudes. Tú sobrevivirás, probablemente, un alma por otra, un trato clásico y confiable.
Con tus piezas repararé mi propio mecanismo, tu funcionamiento me enseñará a andar, correr, reír, quedarás inservible pero, ¿qué más da? No será mi problema, yo estaré lejos y tú estarás roto.
No voy a parar, no tendré piedad, no te daré la posiblidad de defenderte: ya yo regalé suficientes engranajes hasta quedarme vacía y nadie hizo nada, ahora me toca a mí buscar lo que me pertenece.Me ataca la risa, no una risa noble como la tuya, sino una risa ansiosa y molesta, impaciente, casi temerosa. ¿Pero qué haces? Me miras vacío, conozco esa mirada, la veo todos los días. Arrancas las espadas de mis manos y, en vez de atacar, cedes y te haces pedazos buscando lo que pido.
Ya no lo quiero, me das tus piezas pero me queman, no las puedo aceptar; te recuerdo, te conozco sin haberte visto nunca pero no encuentro mis respuestas. Quiero huir pero no me dejas, con tornillos y tuercas adhieres a mí lo que te haz quitado y yo grito; me siento arder. Ríes con ternura disfrazando una locura que no recuerdo que estuviera antes ahí.Entonces lo entiendo: te estás reparando, soltando lo que te duele, lo que te sobra, lo que te quiebra. Te deshaces de todo lo que te une a la humanidad y me lo das a mí, justo lo que yo pedía pero viniendo de la persona incorrecta.
Ahí me doy cuenta de dónde estamos, un salón de espejos. No hay paredes, no hay puertas; solo están esos demonios reflejando mis heridas. No veo tu reflejo y ya no hace falta que pregunte: tu eres la habitación, eres mi imagen distorsionada por cicatrices y hematomas que cubren nuestras almas.

ESTÁS LEYENDO
Textos del alma
RandomAntes de empezar a leer esto advierto: "Textos del alma" no es una historia, no tiene un final por lo que cada capítulo puede ser el último. Son solo textos aislados, sentimientos de tinta, tormentas y navíos encallados que encierra mi corazón. Ante...