Ya me he perdido, busco mi figura en la oscuridad del vacío o puede que en la claridad del mismo. No me encuentro, siento la brisa sobre mi rostro pero no es placentera; el aire es denso y demasiado cálido, casi no me deja respirar lo. A pesar de ello siento algo helado recorrer mi columna, no siento dolor pero que se abre y deja al descubierto mis órganos tras mis huesos.
Intento cubrir la herida pero no puedo llegar a ella, literalmente no me encuentro lo cual lo hace peor. No sé dónde estoy o quien soy. Mi nombre es Mariana pero eso realmente no importa.
ESTÁS LEYENDO
Textos del alma
De TodoAntes de empezar a leer esto advierto: "Textos del alma" no es una historia, no tiene un final por lo que cada capítulo puede ser el último. Son solo textos aislados, sentimientos de tinta, tormentas y navíos encallados que encierra mi corazón. Ante...