Después de mucho tiempo llueve. Siento el repiquetear de las gotas en las tejas del techo y truena. No es una lluvia de besos apasionados en la calle ni de reencuentros inesperados, es una escena para la soledad, la casa y el café.
Allí estás tú, junto a la ventana mirando el agua resbalar tras el cristal, esperando a que alguien te conteste.
Si pudieras verte ahora mismo... Piensa en una ventana de cristal y hierro, y un sofá donde te sientas mientras apoyas tu rostro lo más cerca posible de la lluvia. Es hermoso, eres hermosa; uno de los tirantes de la blusa ya no yace sobre tu hombre pero no te molestas en acomodarlo en su lugar. Aún así te levantas y vas a la cocina, no sabes que buscas, solo te paras ahí con los brazos en la encimera y un nudo en la garganta.
El agua a entrado en la casa, la sientes sobre ti. Tragas en seco, te llueve en las mejillas aunque cierras los ojos intentando evitarlo. Buscas un espejo, sonríes y después de un rato así escampa. Ya estás lista para volver a tu vida, lista para seguir siendo una niña feliz, lista para seguir fingiendo.

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Textos del alma
RandomAntes de empezar a leer esto advierto: "Textos del alma" no es una historia, no tiene un final por lo que cada capítulo puede ser el último. Son solo textos aislados, sentimientos de tinta, tormentas y navíos encallados que encierra mi corazón. Ante...