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Cuando caiga la noche ya me habré ido y no se darán cuenta. Ya no quedará nada de mí en este mundo, solo el lugar vacío y gastado de mi existencia. Mañana despertarán y seguirán ignorando mi ausencia, todo seguirá como su nada hubiera pasado. Si no despierto no habrá ningún cambio, solo será uno menos de los seis mil millones de personas que pueblan el planeta. Mi deseo es que no sea simplemente una menos, que me noten, que no tenga que desaparecer como último intento de final feliz. Mi deseo será una prueba de que se acabó la magia, de que no queda más que polvo intoxicado la vida. Una prueba de que no existe más que chatarra en el corazón del cielo.

Textos del almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora