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Pues tienes razón, moriremos solos, con o sin guerra. Nadie vendrá y nos abrazará diciendo que todo está bien porque no lo va a estar. Y sí, es para llorar, pensar en la vida, en el futuro, en el presente; pero vaya tener aunque sea una mínima esperanza, algo de lo que agarrarse cuando todo esté perdido, una luz en lo más lejano del túnel. Y dime, ¿prefieres quedarte esperando lo malo? ¿O prefieres que atravesemos por todo esto juntas, que cuando caiga una la otra la sostenga de la mano y la levante? Yo me quedo con la segunda opción, me parece mejor. Y aunque no se cumpla, aunque nos perdamos en laberintos tomando caminos que nos alejen, siempre diremos: "ella está ahí, en alguna parte, y tengo que encontrarla".

Textos del almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora