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Guíame. Te regalo una noche para hacerme tuya, para hacerte mía. Llévame por los caminos del laberinto que es tu piel. Si me dices cómo, abrazaré tu cuerpo de caricias de fuego y besos furtivos; tu ombligo creará un sendero hacia tus labios que se abrirán con dulzura ante mí aliento.
Resumiendo, hoy te haré gemido sudoroso entre sábanas tibias, después, te haré poema sin rima que se evapora entre tus piernas.

Textos del almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora