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A veces me digo: "Abre los ojos, podrías estar en un lugar mejor, podrías encontrar tu lugar en el mundo si tan solo lo intentaras", pero me es más fácil ser la muñeca rusa del estante, escondiendo sentimientos y pensamientos mientras enseño al mundo una promoción de pasta dental. A veces pienso en cambiar, perseguir mis anhelos y alejarme de esa toxicidad que me hace llover por los ojos, pero me da miedo quedarme sola para existir solamente en los murmullos y recuerdos.
Si me quedo tendré algunas alegrías y muchas decepciones. Por momentos confundiré las sonrisas con la felicidad verdadera, pero tendré que cubrir todos los espejos para evitar sentir lástima y asco ante mi propia imagen. En cambio, si me voy puede que encuentre lo que tanto busco, o puede que mi historia se repita y tenga que volver a abandonar el estante.
El futuro es incierto, pero a corto plazo se puede predecir, y sé que el principio de mi huida será triste y solitario. Quién sabe...
"Que ser valiente no salga tan caro, que ser cobarde no valga la pena" rezaba Sabina, y yo junto a él me arrodillo y le pido al mundo un consejo que me guíe. Con suerte dejaré las huellas de donde nunca cayó el polvo y daré el portazo de Nora¹: olvidaré mis raíces hasta encontrar quien soy. Ya después veré qué hago. Tal vez me quede aquí hasta que olvide donde acaba mi acto y comienzo a ser yo.
El futuro es incierto, quién sabe.








¹ Nora - protagonista de "Casa de muñecas", uno de los dramas más conocidos de Henrik Ibsen el cual termina con este personaje dando un portazo a modo de sublevación.

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