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-En la biblioteca, busca ahí. Sabemos que quieres.- decía una voz anciana. -Vamos niña no temas. Es parte de ti.

Tras eso último Circe despertó de manera repentina, sobresaltada, dando una gran patada, que tiro a Hisirdoux de la cama, él cual se quejo cuando su cuerpo golpeo el frío suelo de la habitación.

-Ay no, Hisirdoux ¿Estas bien?- preguntó acercándose al borde de la cama.

-Necesitamos otra cama con urgencia, esta forma de despertar no me esta gustando.- se quejo sobando su cabeza.

Una semana había pasado desde que le dieron un lugar y un trabajo en el hostal, una semana donde Circe tenia cada noche, de manera religiosa, sueños que la conducían a algún lado.

-Perdón, no se que pasa conmigo.- contó avergonzada.-Es ese sueño otra vez, estoy harta.

-Entonces ve a la biblioteca.- reprochó mientras se levantaba e iba a buscar algo para ponerse.

-¿Cómo haces para dormir sin camisa? Esta helado acá de noche.- le reprochó desviando el tema, viendo como el pelinegro iba de una punta a otra buscando su atuendo.

Hisirdoux se freno en seco, pensando en lo que su compañera acababa de decir, la habitación no era helada, era mas bien humedad y un tanto calurosa. Se acercó a ella, le puso una mano en la frente para ver si tenia fiebre.

-Ese sueño, te esta afectando. Debes hacer algo, porque acá no hace frío.- dijo retirando la mano la frente de la pelirroja.

-No me pasa nada.- dijo poniendo su manos heladas a los costados de Hisirdoux que aún no traía nada.

El pelinegro lanzo un quejido, haciéndose hacia atrás por el frío de las manos de Circe. Le miro fijo, y prosiguió a ponerse la camisa, las botas, y se encaminó a salir del cuarto para dejar que ella se vistiera.

-Escucha no se por cuanto seguiremos haciendo esto, pero cuando tengas tu propia cama, y sigas despertando de la misma forma, no me voy a preocupar tanto, porque no terminaré en el suelo.- le informo, con un pie fuera.

-Gracias por tu compresión, es agradable que este de mi lado.- respondió con sarcasmo.

El pelinegro giro sobre si, para verla una última vez.

-Lo estoy, solo que si tu no cooperas tampoco lo haré yo.

El felino negro, que veía todo desde un placar, no podía creer el nivel de inmadurez de ambos.

-Parecen dos criaturas peleando así.- dijo Archie saltando al suelo.

Hisirdoux y su familiar salieron del cuarto, para dejar a Circe sola, que en un acto de niñez tiro su almohada contra la puerta de la habitación. Al salir, lista, le pega un codazo a su compañero que la esperaba del otro lado. Bajaron por las escaleras pegándose manotazos para ver quien iba primero. El dueño del hostal, los veía con disgusto, el creía haber contratado a personas adultas maduras, y no dos niños.

-Por Dios ¿Qué clase de relación llevan?- preguntó cuando ambos llegaron a la planta baja.

-Lo siento, es que hoy me caí del lado equivocado de la cama.- dijo con sarcasmo.

El dueño del lugar le dio una escoba, que Hisirdoux miro con disgusto, y le señalo a Circe a una persona que esperaba ser atendida.

-Ve, si quieres ganarte otra cama.- dijo el dueño con voz rasposa.

La muchacha tomo una charola, y se encaminó a la persona que esperaba. Al llegar a este, Circe se percato que era un hombre que vestía sencillo pero elegantes, que ocultaba sus ojos marrones tras lentes redondos, y que carecía de cabello, y llevaba consigo una sonrisa amable.

¿A Que Le Teme Circe? - [Tales Of Arcadia, Au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora