2 años después del fin del mundo.
Circe sentía crecer en su mente que la escena que vivía justo en ese momento ya la vivió; asi fue al menos tres veces, la primera vez con Baltimore, la segunda con un idiota de Argentina, y la ultima con su difunto amando Frederic. El único hombre que doto de amargura lo que ella pensaba sobre el amor. Queria comerse las uñas por lo próximos que estaba por hacer, sin embargo lo linda que se las habían dejado le imposibilitaba morderlas.
Recien salia de bañarse, estaba sentada en medio de una habitación pastel, ella sola más el reflejo del espejo del gran tocador. Una presión se generaba en la boca de su estomago que lo expresaba con temblorosas exhalaciones.
Volverse a casarse, en ese preciso momento, era justo la idea mas tonta. Baltimore se marcho una semana atrás sin decir a donde, algo propio de él pero que Circe odiaba. Hisirdoux y Zoe tampoco estaban, aun no llegaba, y necesitaba mucho a su hermano. Quien si estaba era Olivia, que se fue a vivir con ella y el brujo, puesto que viajar otra vez con su padre adoptivo y su pareja que resultaba ser su ex no le sabia bien.
-Hola ma. - saludo Olivia pasando medio cuerpo por la puerta. -¿Haz visto a Nari?
-¿Cómo? - pregunto volviendo a la realidad que la rodeaba. -No no, lo siento Livi, seguro debe estar en el parque
-Bien, en un rato vendré con las chicas a peinarte, maquillarte y distraerte un poco ¿Si? - le comunico antes de irse. -Por cierto esta la señora Lake afuera, quiere hablar contigo.
Circe solo asintió, cuando la más joven salió, Barbara entro. Su sonrisa era acogedora, algo que tranquilizaba a Circe. Se habían hecho grandes amigas, cuando la pelirroja fue al hospital en busca de trabajo y la doctora Lake quedo encantada con la hechicera. A demás que veía en ella la calidad figura femenina que tanto necesito cuando era aún muy joven. Barbara siempre tenia alguna clase de respuesta para la ex miedosa Circe.
-¿Cómo estás? - pregunto al verla, ni con su presencia la angustia con la que se manejaba Circe era difícil de ocultar. -Nerviosa, me imagino. -se respondió a si misma. -¿Quieres contarme algo?
-Esto ya lo viví ¿Sabes? Mas veces de lo que un humano debe experimentar ¿Estaré haciendo bien? Mira si las alianzas están hechizadas y ahora oficialmente me deba divorciar de que quien pronto será mi marido por segunda vez, que por cierto no se donde esta, hace una semana. - respondió tan rápido como pudo, expulsando se su pecho el malestar que le causaba tener que vivir algo que ella misma propuso.
Se levanto de su lugar, para caminar por todo el cuarto, y diciendo todo aquello que la estresaba.
-Muy bien, estas nerviosa. - la detuvo Barbara. -Esta bien sentir nervios, es humano, si no sintieras eso entonces ahí si estarías tomando la decisión equivocada. - dijo para calmar un poco la hechicera que estaba a punto de llorar. -Es bueno dudar, recuerda que el temor a no saber que viene después es parte de nosotros, y nos prepara.
-¿Lo dices en serio? ¿Juras que nada malo sucederá?
-Si lo digo de verdad, y no, no te puedo prometer eso. Lo bueno de lo malo es como afrontarlo. - respondió dándole un abrazo que calmo a la novia. -Pronto llegara Olivia y las demás para reanimarte un poco mas.
Barbara se fue, y tras ella entro la hija de la pelirroja acompañada de Clara, Darcy y Mary, sin Nari, quien era a quien buscaba Olivia, lo que un poco preocupo a Circe, puesto que la niña planta seria la niña de las flores.
-Muy bien ma, mientras veo que hago con tus cabellos, las chicas quieren saber cómo conociste a Baltimore.
Circe la vio sin entender nada, mas bien sintió que la bruja mayor de ahí algo le oculta, junto con las otras tres que intercambiaban miradas sospechosas.
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¿A Que Le Teme Circe? - [Tales Of Arcadia, Au]
Fantasi🔸Libro 3🔸 Negar la naturaleza de la magia nunca fue tan difícil hasta que esta se hacia presente cada día que pasaba. Circe Hestigio estaba convencida de que nunca llegaría a ejercer la nigromancia o la magia de sombras, pero su curiosidad ingenu...