Meses después.
-Debes despertar.- me susurraba una voz familiar entre sueños.-Deja tu temor atrás, debes despertar.- repitió.
La alarma sonó, y di un salto en la cama, mi respiración se agitó, y mi pulso se aceleró. Fue la voz de Nix que me hablo en mis sueños. Eran las ocho de la mañana, y con la salida del sol ya estaba disgustada.
-¿Qué demonios ocurre ahora? - me pregunte mientras me estiraba.
Frente a mis ojos apareció Cáliz, que traía en su boca una carta magica. Baba había escrito, era urgente que vaya a la ciudad, estaba por suceder algo descabellado.
-¿Descabellado?- me pregunte en voz alta.-¿Qué mas descabellado que el viejo Merlín haya despertado y que por eso también lo haya hecho Morgana?
Si, me había enterado, las noticias vuelvan más de lo que uno imagina; mas bien Hisirdoux me conto, no solo eso, solicitó mi ayuda, tanto él como mi antiguo maestro.
"Requerimos de la entrañable magia de una nigromante... "
Decía aquella carta escrita a mano por Merlín.
Me dolió negarme sin embargo mas me lastimaba usar mi magia, que cada día consumía una parte mi, a pesar de no usarla. No quería correr ningún riesgo. Por suerte me contaron que todo salió bien, hasta lo sentí en el mismo aire, mas aun cuando el cielo rojo volvió a su color natural. Hisirdoux no me dijo a causa de quien, tampoco quise indagar tanto.
Sentir alivio porque alguien mas haya hecho mi trabajo me daba un poco de culpo, pero tampoco era mi responsabilidad.
Sin embargo luego de aquel día, le sucedieron aún mas días descabellados, como los seres de otro planeta que me contó Zoe, o algo sobre viajes en el tiempo, y algo mas que no me supo contar con más detalles. Recuerdo que un día mi magia se había vuelto por completo loca, como si algo se hubiera roto.
A pesar de eso no me apure en ir a la ciudad, y le respondí a Baba que iría lo mas pronto posible, que su "descabellada situación" debería esperar.
Una semana mas tarde fui al pueblo vecino, donde no solo estaba la estación de trenes si no que vivía una muy antigua conocida.
Fui a visitar Ophelia, una vieja bruja y amiga, y de paso a buscar a Olivia quien venia a visitarme luego de años sin vernos las caras, junto con Zoe y Arabella eran las únicas que sabía donde me instalaba. A pesar de la ruptura de mi hija y mi amiga, ambas supieron guardar bien mi secreto.
En el pueblo mi vieja amiga no me dijo ni hola, que ya presagio algo terrible.
-Algo malo va a ocurrir.- fue lo primero que salió de su anciana boca.-Y aquella rubia esta involucrada.- supongo que se refería a Arabella.
La anciana era una mas del montón que le hechaban la culpa a la bruja de vasija de muchos acontecimientos; es una de las tantas que cree el viejo rumor que Arabella es sinónimo de mal augurio.
-Cloe, para con eso, hace años me vienes diciendo lo mismo, sabes que no creo en las cartas.
-Es porque eres una niña tonta, por eso.
Al llegar a su vieja casa, me sirvió té, una galletas, y tiro sobre la mesa una baraja de cartas, y algunas runas, que dieron un pobre brillo ante mi presencia.
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¿A Que Le Teme Circe? - [Tales Of Arcadia, Au]
Fantasía🔸Libro 3🔸 Negar la naturaleza de la magia nunca fue tan difícil hasta que esta se hacia presente cada día que pasaba. Circe Hestigio estaba convencida de que nunca llegaría a ejercer la nigromancia o la magia de sombras, pero su curiosidad ingenu...