Frost moon's sun

Capítulo 7: Corazones abiertos.

La cena eventualmente va y viene con los tres niños pegados el uno al otro, pero nadie se pierde cómo Lan Zhan y Wei Ying se agarran automáticamente el uno al otro y este último agarra constantemente las manos de su amigo y le pide que juegue después de la cena. Lan Zhan le había dicho que los miembros de la secta Lan se van a la cama a las 9 p.m. para horror de Wei Wuxian, ya que generalmente duerme una hora después de la hora mencionada, pero Song Lan y Xiao Xingchen se apresuraron a recordarle que están sujetos a las reglas y regulaciones de otra secta siempre que sean invitados allí. Wei Ying aceptó a regañadientes y proclamó en voz alta que quería dormir en la misma cama que Lan Zhan, lo que provocó que algunas toses ahogadas sonaran inmediatamente después.

Song Lan quería morir a medida que avanzaba la cena.

—Zichen, debes sentir que A-Ying está creciendo demasiado rápido, ¿no?—Xiao Xingchen pregunta mientras los dos se preparan para ir a la cama. Wei Ying había dormido poco después de las 9 después de la emoción del día que efectivamente lo había cansado, también había cansado mentalmente a Song Lan pero el hombre no va a decir nada, y ronca silenciosamente en su pequeña cama junto a sus dos guardianes. .

Song Lan tararea con indiferencia mientras ata su túnica interior mientras Xingchen extiende su manta. Los sirvientes Lan inicialmente habían querido proporcionarles dos camas individuales, pero Xiao Xingchen les había asegurado que una cama doble era suficiente, ya que están familiarizados entre sí para dormir juntos, y Wei Ying lo había confirmado amablemente diciendo que a sus guardianes les gustaba acurrucarse, especialmente cuando hace frío. Song Lan nunca se había sentido más traicionado... Xiao Xingchen, por otro lado, simplemente se rasca la mejilla con timidez, un gesto que Song Lan siempre verá como adorable, incluso si su rostro no lo muestra.

—Después de todo, lo adoptamos el año pasado, y de repente dijo que quería casarse con el Segundo Jade de Gusu Lan.—continúa Xiao Xingchen con un tono melancólico mientras continúa acomodando la cama sin pensar. Por eso, no se dio cuenta de que Song Lan estaba parado justo detrás de él y lo miraba trabajar, mientras escuchaba cómo su corazón se derramaba.—Sé que lo ves como nuestro hijo, y yo también, por eso me preocupa escucharlo declarar su matrimonio. Todavía es muy joven y, aunque no me opongo al compromiso, aún no ha crecido y me temo que no seré capaz de convertirlo en un buen hombre.

Song Lan decide que ya no quiere escuchar esto, agarrando suavemente el brazo de Xiao Xingchen, tira al hombre más delgado a sus pies y lo gira para que se miren fijamente a los ojos. Song Lan aprovechó esta oportunidad para simplemente mirar los orbes agrandados pero suaves de Xingchen mientras su mente se reúne para formar un pensamiento coherente, y cuanto más mira, las mejillas de Xingchen se vuelven más rojas.

—Xingchen, no lo criarás solo.—le recuerda Song Lan suavemente. Los ojos de Xingchen se abren un poco más y se relaja un poco en el agarre de su compañero, el rubor en sus mejillas se vuelve más rojo a medida que pasa el tiempo e incluso se extiende hasta su cuello.—Como le mencioné a Lan Qiren, él es nuestro hijo, y lo criaremos juntos como familia hasta que respiremos por última vez.

Xiao Xingchen sonríe un poco cuando escucha las palabras de su compañero y suavemente se estira para frotar el antebrazo de Song Lan de una manera reconfortante.—Me alegro de que estés aquí conmigo, Zichen, quién sabe qué me habría pasado si hubiera viajado solo por la montaña de mi maestra en busca de A-Ying. Después de todo, no sé nada sobre cómo funciona el mundo de los mortales.—se ríe alegremente cuando recuerda cómo había hecho algunas tonterías como pensar en cada criatura de cuatro patas como una cabra.

Song Lan sonríe y acaricia la mejilla de su amada con una suave palma, deteniendo la risa de Xingchen y haciéndolo mirar fijamente a sus ojos con una mirada tan cariñosa y esperanzada.—Hice una promesa contigo desde mi partida del templo de Baixue, que siempre estaré a tu lado sin importar nada.