Frost moon's sun

Capítulo 40: De vuelta en Yiling.

—Lan'er.—gime Xiao Xingchen mientras el dolor le recorre la cabeza. Podía sentir que estaba en los brazos de alguien, pero cuando intentó abrir los ojos, sintió como si sus párpados se hubieran pegado y su visión era terriblemente borrosa y oscura. En medio del pánico que se avecinaba, Xiao Xingchen agarra las solapas de Song Lan para estabilizarse, su cuerpo se tensa y su ritmo cardíaco se acelera mientras por más tiempo su visión permanece borrosa.—Lan'er, no puedo ver nada, ¿por qué no puedo ver nada? ¿Qué pasó?

Song Lan, que estaba a punto de regresar a casa, tropieza un poco cuando Xiao Xingchen de repente lo agarra con fuerza.—Silencio Xingchen, está bien.—murmura en voz baja con un suave beso en la frente.—Xue Yang te lastimo los ojos, tuve que vendarlos para mantener el sangrado bajo control.—explica con voz tranquila. Es bueno que Xiao Xingchen no pueda ver nada en este momento porque ambos parecían haber luchado en la primera línea de guerra.

El cuerpo de Xiao Xingchen se hunde un poco al escuchar eso, la tensión se filtra en pequeñas oleadas cuando siente que no hay nada malicioso cerca y que todo parecía estar bien a partir de ahora. Sin embargo, todavía desea ver dónde están y qué ha sucedido desde que se fueron.

—Lan'er, esposo, ¿qué pasó en el Templo Baixue? ¿Xue Yang realmente mató a todos los miembros de tu familia?—pregunta temblorosamente. Adivinando dónde está la cara de su marido, Xiao Xingchen pasa tiernamente una palma por su mandíbula. Puede que no pueda ver nada en este momento, pero sabe que Song Lan está estresado y apenado por la tensión si el movimiento de su cuerpo y sus músculos contraídos son un indicio. Con cada paso, Xiao Xingchen puede sentir cómo el cuerpo de su esposo no se mueve con tanta fluidez como lo hace normalmente, incluso los brazos que sostienen a Xiao Xingchen están tensos como si el hombre estuviera ejerciendo fuerza extra pero al mismo tiempo conteniéndose. Song Lan necesita una salida para sus emociones reprimidas, y Xiao Xingchen está feliz de proporcionársela.

Un suspiro se escapa de los labios de Song Lan mientras acaricia la suave mano de Xiao Xingchen.—Primero se ganó su confianza y luego los engañó haciéndoles creer que los Wen estaban camino al templo. Cuando todos fueron a la cámara secreta, él...—Song Lan tiene problemas para dejar salir el resto de sus palabras, pero Xiao Xingchen lo entiende de todos modos. En un suave silencio, Xiao Xingchen acaricia el pecho de su marido y simplemente escucha cómo los latidos de su corazón disminuyen a un ritmo más relajado.

—Lo siento.—murmura Xiao Xingchen en voz baja, Song Lan no lo habria escuchado si no hubiera estado prestando atención.—Pensé que Xue Yang cambiaría su forma de actuar ya que aún es muy joven, y que podría haber algo que yo pudiera haber hecho o dicho para llevarlo por el camino correcto. Claramente me equivoqué...

No, Xiao Xingchen no se equivocó, Song Lan no cree ni por un minuto que Xiao Xingchen esté equivocado porque podría haber habido un cambio para Xue Yang; una especie de camino de redención para él si el adolescente realmente lo hubiera permitido. El único problema era que Xue Yang era un adolescente demasiado retorcido para ver la bondad y el amor que Xiao Xingchen posee, o tal vez el adolescente había visto el amor y la bondad, es solo que tal vez nunca estuvo expuesto a eso, así que simplemente se asustó y optó por una forma más retorcida de interpretar y expresar sus propios sentimientos.

—No deberías insistir más en el asunto.—exhala finalmente Song Lan mientras continúan de camino a su casa. Simplemente habría volado hasta la puerta principal, pero regresó inmediatamente a casa después de que una pelea tan agotadora con Xue Yang que casi había agotado su núcleo de energía espiritual, por lo que tuvo que detenerse y caminar el último cuarto de distancia con su esposo en sus brazos... Sin embargo, a Song Lan no le importaba, al menos le da algo de tiempo con su amado mientras reorganizaba sus pensamientos adecuadamente después de todo lo que pasó.