Frost moon's sun

Capítulo 36: Regreso a la montaña Dusk Creek

Después de otro día, el grupo de cultivadores se separó, algunos regresaron a sus respectivas sectas y algunos se quedaron en Qinghe para ser entrenados por Nie Mingjue. Jin Zixuan y sus hombres regresan a Carp Tower para reunirse con sus padres y los hermanos Jiang, mientras que Lan Wangji y Wei Wuxian regresan a la montaña Dusk Creek, donde se encuentra la bestia aún viva. Wei Wuxian aún no ha recibido ningún mensaje de sus guardianes después de enviar una mariposa mensajera la noche anterior, pero calma su ansiedad pensando en cómo vencer a la tortuga junto a su prometido sin que ambos se lastimen demasiado o los maten. Sabe que lo que está a punto de hacer es extremadamente imprudente, pero no tiene elección. Otras personas pueden resultar heridas o muertas si descubren a la bestia y eso no le sienta bien a la conciencia de Wei Wuxian.

—Wei Wuxian, Lan Wangji.—grita Nie Mingjue mientras la pareja se amarra el cinturón para partir hacia su destino. Los ojos del hombre están fijos mientras observa a los dos; un par de adolescentes no mayores que su propio hermano menor, ambos salen a luchar contra una bestia divina retorcida sin sus armas espirituales que ni siquiera Nie Mingjue es capaz de matar incluso con Baxia. Quiere detenerlos, pero se recuerda a sí mismo que estos dos no son Nie Huaisang, y que son más inteligentes y fuertes de lo creen. Con un suspiro, Nie Mingjue silencia el ruido blanco que nubla su mente.—¿Están seguros de esto?—pregunta.

La pareja se mira brevemente antes de volver a centrar su atención en Nie Mingjue, sus expresiones son tan duras como los ojos del hombre mayor.—Estamos muy seguros, líder de secta Nie.—responde Wei Wuxian por los dos. Lan Wangji simplemente repite lo que su prometido había dicho con un simple asentimiento, pero el gesto es suficiente para mostrarle a Nie Mingjue cuán determinados están los dos adolescentes.—Se correrá la voz sobre la existencia de la bestia, y eso traerá cultivadores de todas partes para tratar de matarla, debemos asegurarnos de que no haya muertes innecesarias.

Una vena sale de la frente del líder de la secta.—¿Y qué tan seguro estás de que tú y Lan Wangji no morirán?—pregunta Nie Mingjue con dureza. Por lógico que sea, simplemente no podía aceptar el razonamiento de Wei Wuxian de regresar a la cueva del monstruo, además, no solo tendría a Lan Xichen y al resto de Cloud Recesses acosándolo por enviar a los adolescentes a las fauces abiertas de una tortuga gigante, sino también de Xiao Xingchen y Song Zichen.

Wei Wuxian solo sonríe de esa manera descarada suya.—Eso es porque tenemos un plan que no implica matar al monstruo, ¿verdad, Lan Zhan?—explica mientras se vuelve hacia su prometido. Lan Wangji solo le sonríe y asiente con la cabeza en respuesta al disgusto de Nie Mingjue, pero cuando el Jade se vuelve hacia el líder de la secta, su rostro está desprovisto de toda alegría que se muestra exclusivamente hacia Wei Wuxian.

—Evaluaremos la situación a fondo y forjaremos un plan efectivo para matar rápidamente a la tortuga de la matanza.—dice simplemente Lan Wangji. Sus ojos dorados se clavaron en la propia mirada de Nie Mingjue como si desafiaran al hombre a decir algo más, pero Nie Mingjue aprueba en silencio la firme decisión y el plan del adolescente, por vagos que sean. Entrecerrando los ojos, Nie Mingjue suspira una vez más y palmea a ambos adolescentes en sus hombros con una simple palabra de buena suerte.

Agradeciendo al líder de la secta por su hospitalidad y generosidad, tanto Lan Wangji como Wei Wuxian partieron a pie hacia donde se encuentra la cueva en la montaña Dusk Creek, sin darse cuenta de los planes que Wen Ruohan había establecido Cloud Recesses.

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Wen Ruohan se burla de los guardias arrodillados frente a él, suplicando clemencia mientras Wen Xu se divierte apuñalándolos. Descubrió que no solo Nie Huaisang había escapado mientras sus hombres estaban ocupados vomitando, sino que Wen Zhuliu, Wen Chao y su mujer habían sido asesinados por Nie Mingjue y sus hombres dentro de la cueva de una bestia. Lo que es peor, ninguno de sus subordinados puede atravesar la barrera erigida para mantener a la bestia adentro, y esto lo disgusta muchísimo.