Frost moon's sun

Capítulo 29: De todos modos, ¿Quién necesita espadas?

Todo lo que Lan Wangji ve es rojo cuando su prometido cae en la cueva. Lanzando una mirada asesina a Wen Chao, salta rápidamente para ver si Wei Wuxian está bien sin siquiera esperar la reacción de Wen Chao. No podría importarle menos lo que el otro hombre esté pensando, solo le importa si su prometido está a salvo o herido por la caída, o si se había roto algún hueso cuando aterrizó. Por mucho que Lan Wangji quiera mantener la compostura, la seguridad de Wei Wuxian es primero, pero eso no significa que no se ocupará de Wen Chao y sus lacayos más adelante.

Wei Wuxian, por otro lado, solo sintió dolor e ira explotando por todo su cuerpo. Tuvo suerte de que la cueva tuviera un camino empinado en lugar de una caída total, por lo que no sufrió heridas graves aparte de algunos rasguños y magulladuras leves. Él gime cuando se detuvo mientras su cerebro intenta reorientarse de lo que está arriba y abajo, y cuando termina, Wei Wuxian revisa su entorno para ver dónde está y qué podría ser útil si necesita pelear con algo o alguien.

—¡Wei Ying!

Ah, piensa Wei Wuxian, su prometido siempre es tan sobreprotector pero eso es lo que le encanta del adolescente más alto. Ver a Lan Wangji deslizarse con gracia por el camino desde la boca de la cueva sin ninguna lesión propia le dio un inmenso alivio a Wei Wuxian. No le importa si él esta herido y todos los demás están a salvo, pero si su prometido o alguien que le importa está herido, entonces Wei Wuxian se desviaría de su camino para encontrar quién los lastimó para obtener una buena venganza.

—Wei Ying, ¿estás bien?—pregunta Lan Wangji una vez que ha llegado a donde había caído su prometido. Al revisar al hombre más bajo en busca de heridas, Lan Wangji frunce el ceño un poco cuando ve los rasguños, cortes y moretones esparcidos por el cuerpo de su amado. Wei Wuxian no está gravemente herido, pero incluso esas heridas menores pueden infectarse si continúa en una cueva tan sucia y húmeda sin asistencia médica, y quién sabe qué más puede pasar una vez que las heridas estén infectadas.—Estas lastimado.—responde Lan Wangji mientras limpia suavemente la sangre de las palmas sangrantes de Wei Wuxian.

Wei Wuxian solo se encoge de hombros con una pequeña sonrisa.—No te preocupes por eso Lan Zhan.—el adolescente más bajo lo calma mientras el ceño fruncido del Lan se profundiza.—Estos cortes y raspaduras son solo pequeñas heridas; sanarán en poco tiempo, incluso sin hierbas medicinales. Mira...—Wei Wuxian luego escupe en su mano para sorpresa y un ligero horror de Lan Wangji.—Un poco de saliva detendrá el sangrado y cualquier infección antes de que comience, he estado haciendo esto durante años de todos modos y hasta ahora me funciona.

Lan Wangji simplemente resopla en respuesta justo cuando los otros cultivadores descienden a la cueva con cuerdas, incluso Wen Chao bajó con una mueca de desprecio después de que la pareja ignorara deliberadamente sus preguntas sobre lo que había allí. Con todos presentes, no hay mucho que ninguno de los dos pueda hacer, por lo que siguen al hombre a regañadientes cuando les grita que lo mantengan.

La cueva, según la observación de Wei Wuxian, está húmeda con muchas estalactitas y estalagmitas que crecen por todas partes, lo que demuestra su antigüedad. No está demasiado oscuro gracias al pequeño rayo de luz solar que entra por la boca de la cueva, pero cuanto más se adentraban, más oscuro se volvía, aunque hay puntos dentro de la cueva que están llenos de algas bioluminiscentes que le dan al área un brillo inquietantemente hermoso... si no oliera tan mal. Pequeños cuerpos de agua están por todas partes en el suelo, pero el más impresionante es una especie de lago justo en el corazón de la cueva con un pequeño islote en el medio. Wei Wuxian y los otros cultivadores se detuvieron.

—Ahora que estamos aquí.—chilla Wen Chao de repente.—Vamos a atraer al monstruo con un poco de sangre fresca.—luego mira a su alrededor para encontrar un sacrificio adecuado cuando Wang Lingjao señala a una joven del grupo de la secta Jin. Todos los ojos miran hacia donde apunta su dedo.