Frost moon's sun

Capítulo 9: Adiós por ahora.

Durante los siguientes días, Song Lan mantuvo a su hijo cerca de él incluso cuando Wei Ying quiere jugar con Lan Zhan, quien solo lo mira cuando les dice que se queden cerca de la casa de huéspedes. Xiao Xingchen se da cuenta de esto y suavemente persuade a su amado para que le dé a los niños su propio espacio y que el joven Jade nunca haría nada para dañar a su hijo. Así es como Song Lan se encuentra presionado contra el abdomen de Xiao Xingchen en un estado de constante puchero en el último día de su estadía en Cloud Recesses, los dedos de su compañero rascando suavemente su cuero cabelludo.

Los dos se están relajando en la cama después de terminar su almuerzo y habrían estado empacando cuando Wei Ying salió a jugar con su amigo con Lan Huan supervisándolos. Song Lan había querido seguirlo, pero Xiao Xingchen había entrelazado sus dedos furtivamente y le había dicho al Jade mayor que los cuidara adecuadamente. En una hazaña de leve rabieta, Song Lan había empujado silenciosamente a Xiao Xingchen en la cama y lo inmovilizó antes de enterrar su rostro en el abdomen del hombre para sorpresa de Xiao Xingchen. Xiao Xingchen eventualmente solo se ríe divertido cuando se da cuenta de que el hombre normalmente compuesto está haciendo pucheros.

—Vamos, Lan'er, A-Ying es un chico inteligente y parece que realmente disfruta estar en la compañía del segundo joven maestro Lan. ¿Cómo te sentirías si la maestra Sanren no te permitiera hacerte amigo de mí después de que nos conocieramos?—Xiao Xingchen intenta razonar mientras Song Lan entierra su rostro más profundamente en su abdomen. El hombre tranquilo no dice nada, solo continúa acariciando ligeramente su rostro hasta que Xiao Xingchen deja escapar un suspiro entrecortado.

Cuando Song Lan mira hacia arriba, ve los ojos marrones de su compañero nublados y las mejillas teñidas de rojo, su pecho agitado para respirar. Xiao Xingchen se ve etéreo a los ojos de Song Lan, y esto despierta un sentimiento altamente pecaminoso en las fosas de su estómago. Empujándose hacia arriba, Song Lan procede a inmovilizar al hombre vestido de blanco debajo de él, quien no hizo ningún movimiento para resistirse en absoluto. Xiao Xingchen solo lo mira con ojos demasiado brillantes y la boca ligeramente abierta, por lo que Song Lan decide lanzar la precaución a los vientos y capturar esos labios en los suyos. Por muy temprano que sea, actualmente están tranquilos y lejos de cualquiera de los edificios principales, por lo que Song Lan decide ahogarse en sus deseos y toma a Xiao Xingchen allí mismo.

Ya no hay escrituras sagradas suficientes para encadenar los deseos de sus corazones, no cuando han suspirado el uno por el otro durante tanto tiempo, y no cuando Xiao Xingchen se abre tan voluntariamente a Song Lan, lo que hace que el hombre tranquilo solo puede ceder.

***

Wei Ying está molesto.

Está más que molesto, ¡Estaba devastado! Después de hoy, él y sus guardianes regresarán a su cabaña en Yiling y, lo que es peor, a Lan Zhan no se le permite ir con él porque es el joven maestro de Cloud Recesses, por lo que tiene lecciones, prácticas y mucho entrenamiento para su cultivo. Wei Ying lo odia; odia el hecho de que no verá a su amigo por un tiempo, pero comprende que es normal porque Lan Zhan tiene a su familia aquí en Gusu, y se entristecerá si se separa de su familia. Si alguien separara a Wei Ying de sus guardianes solo para quedarse con Lan Zhan, él también estaría triste, así que tendría que lidiar con eso en silencio. Resulta que su silencioso puchero solo hizo que Lan Zhan se preocupara aún más por él.

Los dos estaban jugando felizmente junto a una hilera de magnolios cerca del Pabellón de la Biblioteca con Wei Ying sugiriendo jugar al escondite. Lan Zhan, que no tenía ninguna experiencia con el juego, fue instruido por Wei Ying para contar hasta diez y rastrear el área para encontrarlo. Lan Zhan entró en pánico cuando no pudo encontrar a su amigo y pensó que Wei Ying lo había abandonado solo para que el chico apareciera detrás de unos arbustos y lo derribara al suelo. Wei Ying había estado riendo y riendo todo el tiempo mientras Lan Zhan disfrutaba de la expresión brillante con una pequeña sonrisa propia cuando la sonrisa de Wei Ying se desvanecía lentamente en un pequeño ceño fruncido. Esto, a su vez, lo preocupó mucho hasta que agarró las manos de Wei Ying con fuerza entre las suyas.