MEMORIAS DE MI HERMANA Y YO

CAPITULO 33 SOMOS CULPABLES DE ESO.

Ivanna Kridmman.

─ ¿Estás segura que deseas seguir leyendo esa libreta? ─ Preguntó Maximiliano, observándome. Yo solamente moví mi cabeza en asentimiento y ambos comenzamos a leerla.

“MI   BODA.
Los preparativos de mi boda  fueron realizados por Hailey y por mí, a toda velocidad en estas tres últimas semanas.

Valerie, estaba tan decepcionada que no quiso colaborar en nada que tuviese que ver con la ceremonia. Con tristeza acepté su actuación, sabía que era mi culpa y que todos estaban preocupados por Maximiliano y por Ivanna.

Por más que yo intentara no pensar en ello también me preocupaba mi hermana.

Entendía que mi madre apenas llamaba para emitir alguna opinión, ya que no quería abandonar a Ivanna, decía que mi padre me apoyaría y por lo tanto ella no podía dejar sola a mi hermana gemela, quien también estaba en las mismas condiciones que Maximiliano, pero con una determinación definitiva de no perdonarnos a ninguno de los dos.

A pesar de todo y con un gran dolor en mi pecho me enteré  que Maximiliano, aceptó casarse por la llamada que le hizo Ivanna, pidiéndole que se casara conmigo.

En realidad la boda que toda mi vida soñé, la tenía con el hombre al que amaba, pero él amaba a mi hermana y no hacía nada por ocultarlo. En todos estos meses antes de la boda he sentido su odio y su desprecio, pero cada día pienso en la pequeña que llevo en mi vientre y que ella puede lograr que Maximiliano y yo, funcionemos como una familia  y él llegue amarme tanto como a Ivanna. 

El día de la boda llegó y  se realizó solamente por el civil, ya que Maximiliano, no quiere unir lazos por la iglesia. Ese día no pasó desapercibido para nadie  el desconsuelo de Maximiliano, ya que este traspasaba a todos los presentes,  pero lo peor fue notar que de las dos familias nadie tenía una cara alegre,  en todos se notaba la tristeza; no fue una gran ceremonia, solo un brindis y una cena con los amigos más allegados, aunque Ivanna y Noah, nunca llegaron.

A pesar de que deseaba que mi hermana estuviese presente, también  tenía un gran temor a que se unieran nuevamente, la noche de la boda Maximiliano, se sumergió tanto en el licor que sentí miedo a su reacción violenta. 

No me equivoqué, unas horas consumiendo licor lo ha violentado y delante de todos los invitados me gritó que por mi culpa había perdido la mujer de su vida, que le había arruinado su vida y la de mi hermana también.

No pude contener el llanto y las lágrimas comenzaron a rodar sin control por mis mejillas. Andrew, Hailey y Valerie; se acercaron a él, pero este solo levantó la mano que posaba su vaso de whisky y lo lanzó contra una pared y salió del salón sin decir una palabra más.

Sabía hacia donde se dirigía, no era difícil adivinar ya que todo este tiempo sus arranques solo tenían un lugar llamado los Ángeles y sus pensamientos un nombre Ivanna Kridmman, Mi hermana gemela. 

Pero ese día descubrí que en realidad mi hermana, no iba ser mi tormento; sino el comportamiento de Maximiliano, cada vez que se abatía y salía corriendo a buscar a Ivanna”.

Cerré la libreta y me giré de frente hacia Maximiliano.

─ Perdóname por haberte pedido que te casaras, nunca debí hacerlo, debí escuchar a ambos, en aquel tiempo ─ mencioné un poco contrariada.
─ No, amor. Tú pensaste que hacías lo correcto, yo esa noche me comporté erradamente, esperaba que fueses tú la que me esperara para casarnos y no tú hermana. Así lo habíamos soñado desde que cumplimos los quince años, no había día que no me imaginara ese momento, fue muy duro para mi casarme con tú hermana. ─ expresó y en ese momento me sentí afectada.
─ Ahora lo sé ─  le dije.
─ Para mí fue tan doloroso como para ti, esa noche te imaginaba con ella, tuve que ahogar mis penas en el licor y desperté dos días después en un hospital. ─ expresé
─ Nunca más nos separaremos, Ivanna ─  me dijo posando su frente sobre la mía y dando un ligero beso sobre mis labios.  Volví a posar mis ojos en la libreta para continuar con la lectura.