Ivanna Kridmman
Valerie, Abigail y Ashley; ingresaron a la cocina
─ Tía ─ gritó y corrió la niña entusiasmada para abrazarme, colocando una taza de helado en la isla de la cocina. Valerie, observó mis rizos; pero fue Abigail, la que se acercó acariciarlos.
─ Si una marca de Champú te los ve te aseguro que te haría una buena oferta para un comercial ─ musitó Abigail, levantándo uno de ellos.
─ Son totalmente naturales y sedosos, tal y como ellos los buscan. La imitación de tú hermana Gianna, no le hizo ningún realce a lo hermosos que son ─ alegó y esas palabras de la pelinegra con cabello demasiado estirado y brillante me dejó perpleja y confirmó las palabras de Maximiliano, de mi hermana tomando mi imagen.
─ ¡Dios! esto parece una locura. ─ pensé desviando la mirada hacia Maximiliano, quien observó a la pelinegra y no le agradó su sugerencia.
─ ¿Pretendes llevártela a una pasarela? ─ Preguntó Valerie, sonriendo y Maximiliano, enrojeció.
─ Nadie se la va llevar del condado. Ivanna, es muy buena en su carrera y ella la adora para cambiarla por la locura de las pasarelas ─ musitó Maximiliano, yo solamente los observé a todos interactuando sin mi opinión.
─ No creo que yo tenga alma y corazón para las pasarelas, pero si algún día naciese esa propuesta sería yo quien tomase la decisión ─ mencioné y los tres adultos me observaron. Valerie, con su ceño fruncido; Maximiliano, levantando una de sus cejas observándome con preocupación y Abigail, con una sonrisa.
─ La verdad, solamente te pareces en el físico a tú hermana, pero en más nada y eso me agrada ─ musitó la pelinegra y Valerie, nos observó a ambas.
─ Y tienes toda la razón Abigail, por más que Gianna, lo hubiese intentado con todas sus fuerzas en nada se parecen, ahora hasta su apariencia es un poco diferente ─ musitó Valerie, observándome con una sonrisa marcada en su rostro.creo que había llegado el momento de entablar una conversación con Valerie, esa larga charla a la que le habíamos huido ambas desde que llegué al condado, pero creo que con todo lo que he ido descubriendo ambas debemos dar pies a esa conversación, así me duela lo que pueda descubrir.
─ ¿Ya se alimentaron? ─ Les pregunté a ambas y a mi pequeña que se había sentado en una de las sillas frente a la isla de la cocina y había sacado una libreta y un lápiz de su bolso escribiendo algo en ella.
─ Sí, ya almorzamos, venimos ayudar a seguir acomodando esta apresurada locura ─ musitó Valerie, observando a su hermano con ojos saltones.
─ ¿Qué haces pequeña? ─ Le preguntó Maximiliano, a Ashley, observándola escribir.
─ Mañana vamos de shopping, papi. Con mi tía Valerie, mi abuelita y mi tía Abigail, para comprar lo de decorar mi habitación; estoy haciendo una lista de lo que me gusta ─ respondió la niña con entusiasmo. Observé a la pequeña con asombro, era igual a su tía Valerie y a Gianna, también.
─ Pequeña, primero debes de acudir a la escuela y cuando llegues es que irán de Shopping ─ alegué observándola.
─ Pero, tía. Sino vamos temprano no alcanzaremos a comprar todo ─ se quejó mi sobrina.
─ No, pequeña. Primero las obligaciones y luego el Shopping ─ mencioné insistiendo ya que la niña estaba acostumbrada hacer sus pequeños berrinches y había que ir corrigiendo tales situaciones.
─ Sigue viendo los videos que te indiqué y mientras nosotras acomodamos tú vas haciendo las anotaciones como te enseñé, así cuando llegues mañana de la escuela iremos de shopping ─ le señaló su tía Valerie, apoyándome; gesto que le agradecí.
─ Papi, préstame tú Tablet para seguir viendo los videos de decoraciones por YouTube ─ señaló la niña haciendo un puchero. Maximiliano, sonrió al notar que la pequeña no se había inquietado más de la cuenta.
─ Ya falta menos ─ suspiró Valerie, cansada. Ya casi todo estaba fuera de las cajas y acomodadas, la verdad estaba muy agradecida por su ayuda, aunque mañana todos estaríamos muy cansados todavía, pero el deber en el hospital nos llamaba; también debíamos estar pendiente de la pequeña Ashley, ya que sería la primera noche que pasaría en una nueva habitación y esto podía generar un cambio aunque todo el día ha estado emocionada con la decoración de su habitación.
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MEMORIAS DE MI HERMANA Y YO
RomanceIvanna Kridmman, es una especialista en pediatría, que siente que su vida se encuentra realmente realizada al lado del hombre que le ayudó a superar una traición amorosa. Cuando piensa que es la mujer más feliz del mundo al lado de Jordan McCarth...