MEMORIAS DE MI HERMANA Y YO

CAPITULO 18 MI ABUELA.

Jordan McCarthy

─ ¿Abuela te has vuelto loca? ─ mascullé enfurecido observándola y rodeándola con mis brazos para tranquilizarla, a pesar de su edad era una mujer corpulenta y fuerte que había aguantado por años hasta la violencia de mi padre, defendiéndome a capa y espada y luego defendiéndolo a él, ante las autoridades y hoy me estaba dando cuenta que esta vez  no sería la excepción, para la defensa de mi padre.
─ Ella, debe ser la culpable de que tú padre, esté en este lugar en este momento ─ mencionó con rabia tratando de soltarse de mis brazos.
─ No es así, abuela. Él, ni siquiera sabe que ellos están aquí ─ Pronuncié y  mi abuela me observó.
─ Fuimos a buscarlo para exigirle  una explicación y cuando llegamos a su oficina él, estaba  inconsciente y sin embargo, gracias a ellos  mi padre en este momento está vivo ─ expresé con rabia.
─ Ella, fue la que te abandonó cuando se fue con ese hombre, dejando a mí pobre hijo hundirse en su dolor y en el alcohol ─ dilapidó sin contemplación con un pronunciado odio enmarcado en su rostro y allí estaba la aceptación de que yo, era hijo de Hailey;  pero con otra versión de los hechos.
─ Eso no es cierto ─  mencionaron Hailey y Andrew, al mismo tiempo.
─ Ustedes, me engañaron. Me hicieron creer que mi hijo había muerto y hasta una lápida en el cementerio había con el nombre de mi bebé ─  lloró Hailey.
─ Eso es mentira,  tú siempre fuiste una mala mujer y los abandonaste a los dos ─   insistió mi abuela, apretando sus puños.
─ Eso no es cierto, mi pequeño y yo, estuvimos hospitalizados en este mismo hospital debatiéndonos entre la vida y la muerte por la golpiza que me generó su violento hijo ─ mencionó con desesperación Hailey, entre lágrimas.
─ Eso es falso ─  gritó mi abuela. Yo, solamente observaba la interacción de ambas, pero ya no había duda, era hijo de Hailey.
─ Eso lo podemos probar con los historiales médicos de esa fecha y también podríamos iniciar una investigación en contra de Charles Evensson y usted, como su cómplice. Yo, era médico residente para esa fecha en este hospital ─ mencionó con tranquilidad Andrew.

Mi abuela palideció, ella mejor que nadie sabía que un proceso legal en contra de mi padre sería la pena privativa de libertad de mi padre.

─ Tú, no permitirías eso Jordan. ─ mencionó mi abuela, ahora con preocupación.
─ Quiero la verdad, abuela. ─ Pero apenas mencioné las palabras ni siquiera hizo falta que corroborara con sus propias palabras la historia de Hailey. Ya que solamente  ver su expresión de angustia  y temor para cubrir el comportamiento de mi padre eso fue suficiente para mí.
─ Ella, lo iba a enviar a una prisión ─  siseó observando a Hailey, con odio.
─ Dime una cosa, abuela. ¿Por qué lo iba a enviar a prisión? ¿Por violencia?  ─  Pregunté.
─ La abuela, apretó sus labios y sus puños guardando silencio y yo sabía que jamás diría nada en contra de mi padre. Ellos dos eran un caso perdido.
─ Tú, también debiste enviarlo a prisión abuela y nunca permitir que nos colocara un dedo encima. Tú, eres tan culpable de su comportamiento como él. Siempre ocultando su comportamiento y malos hábitos y observa en lo que se ha convertido tú hijo ahora. Es un total desperdicio de vida. Yo, que vivo salvando vidas debo reconocer que mi padre es un hombre de corazón desechable y en eso ha convertido su vida y tú eres culpable de eso abuela ─ mascullé totalmente dolido y decepcionado.
─ Y podrías explicarme ¿Porque rayos me dijeron que mi madre había perecido? ─ Pregunté, pero solo odio hacia Hailey, había en su rostro y era perdido seguir interrogándola; así como era perdido hablar con mi padre biológico, lo único que tenía claro era que el destino me había presentado a mi madre y no iba a perder  la oportunidad de conocerla y aprender a quererla. Esta sería mi nueva vida, aprender a relacionarme con mi nueva familia. Mi alarma de emergencia sonó.
─ ¡Rayos¡ ─ sisee observándolo, Hailey y Andrew, se dieron cuenta inmediatamente de que trataba.
─ Tranquilo, hijo. Nosotros nos quedaremos aquí por si se presenta cualquier emergencia con tú padre o tú abuela. Ve y atiende tú emergencia ─ Pronunció Hailey y yo, la observé con asombro y al mismo tiempo agradecido, dándome cuenta la calidad de persona que en realidad es; siendo capaz de hacer  a un lado hasta las mentiras de mi familia, el odio de mi abuela  y los años de sufrimiento.
─ Nos vemos más tarde, abuela compórtate, no deseo que te enfermes tú también ─  mencioné y le hice seña a la señora que había contratado para su cuidado antes de salir apresurado de ese hospital.