CAPITULO 5 DULCE TENTACION.

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Ivanna Kridmman

Estaba maravillada observando el recorrido por los hermosos e impresionantes jardines. El vehículo finalizó su andar hasta estacionarse en una hermosa mansión que en seguida me hizo dirigir mi visión hacia Jordán, el cual sonreía encantado mientras me observaba.

Para mí sorpresa fuimos recibidos con una atención única como si fuésemos personajes de la realeza. Era como si fuese el inicio de un gran sueño que uno no se imagina nunca que le va suceder en su primera vez para cambiar su estado natural de la virginidad al hecho de convertirse en una mujer sexualmente activa.

Jordan, rodeó mi cintura posesivamente mientras nos hacían la adjudicación por una semana de tan poderosa y hermosa propiedad, para nuestra plena disposición. Con asombro observaba anonadada el recorrido por la mansión, la cual revelaba una habitación cada vez más interesante que la otra hasta llegar a la habitación principal; la cual era el verdadero sueño de una princesa real.

Su perfecto decorado destacando el color oro, sus ventanales llenos de hermosas vistas y cortinas pesadas que podían desplegarse hacia cada lado, cama con postes y cortinajes livianos sobrepuestos en los postes perfectamente cincelados, con decoraciones en color oro que resaltaban en alto relieve en una técnica de enredadera floral.

Los olores mezclados en la habitación a esencias dulces combinadas con los pétalos de flores blancas en simbolización a la pureza, el sueño hecho realidad era demasiado para mi primera vez. Jordan, por primera vez en mi vida me había dejado sin palabras, maravillada y hasta profundamente exaltada sin siquiera haberme tocado todavía.

─ ¿Qué te parece cielo, te ha gustado la sorpresa? ─ Preguntó una vez nos entregaron la propiedad y girando su cuerpo para rodear el mío acercándome demasiado al suyo.
─ Me has dejado sin palabras, Jordan. ─ Susurré maravillada.
─ Apenas vamos a iniciar esta maravilla, Ivanna. ─ Susurró poseyendo mis labios, primero cariñosamente con deleite; luego fue subiendo a un tono posesivo y pasional. Sus manos tomaron vida sobre mi cuerpo como nunca lo había hecho anteriormente. Su lengua se apoderó de la mía exigiendo su mismo nivel de deseo de explorar mientras sus manos se fueron a mis glúteos, presionándolos con dedicación hacia su entrepierna que para mí sorpresa estaba ya muy preparada. Sus dientes se apoderaron de mi lengua chupándola con gran pasión, para luego pasar a mis labios exigiéndole la misma respuesta para los suyos, mientras su cadera se presionaba rozándola contra la mía ejerciendo una presión sobre ella.
─ No sabes cuanto he deseado éste momento, Ivanna. ─ Susurró sobre mis labios y, como si ambos estuviésemos poseídos y hechizados por esa aura mágica que se había despertado sobre nosotros, buscamos nuevamente nuestros labios y mis manos se fueron también a su cuerpo hasta que el oxígeno volvió a faltar. Jordan, se separó de mi cuerpo dejándome sorprendida y sonriendo al ver mi rostro.
─ Con calma, Ivanna. ─ Susurró con la excitación reflejada en sus ojos dirigiéndose a una pequeña mesa que contenía una botella de champán enfriando entre cubitos de hielo junto a unas copas. También había al lado del champán una decoración con frutas, nueces y almendras. Él, sabía que me fascinaban y allí me di cuenta de los detalles que había considerado, para ese día tan especial para mí. Vertió el champán en las dos copas entregándome una.
─ Por nuestra nueva vida juntos, cielo. ─ Mencionó chocando las copas con su rostro lleno de deseo y se le notaba un aura de felicidad, esa que no le veía desde hacía dos años y me encantaba notársela reflejada en su rostro.
─ Por nuestra nueva vida juntos. ─ le respondí con una sincera sonrisa llena también de esa pasión que me estaba embargando. Con su mano libre volvió acercarme a su cuerpo y apoderarse nuevamente de mis labios
─ Te quiero, Ivanna. ─ Susurró besándome ligeramente, para después tomar todo el contenido de su copa imitando yo también ese acto. Tomó las copas y las acomodó nuevamente sobre la mesita. Acercó las frutas y nueces a otra mesa más cercana de la fantástica cama con dosel.
─ Te quiero, Jordan. ─ Susurré una vez llegó nuevamente a mi lado. Sus fuertes brazos me rodearon por la cintura, para volver acercarme hasta su cuerpo.
─ Esto es increíble, Ivanna. Todavía no entiendo como puedo desearte tanto. Como me he vuelto loco todos estos días imaginando este momento. Como deseo darte toda esta felicidad que siento que no me cabe en el pecho. ─ Expresó removiendo en mi pecho un sentimiento que creí había olvidado.
─ Yo tampoco sé que está sucediendo, Jordan. Esto es como algo mágico que surgió tan repentinamente y me hace feliz. ─ Musité
─ A mí también, pequeña. Sus labios se posaron sobre mi cuello llenándolo de suaves y delicados besos, mientras sus manos se fueron a los botones delanteros de mi vestido, de Jeans; el cual me quedaba ajustado al cuerpo y llegaba hasta mis muslos. Uno a uno los fue abriendo con mucha delicadeza, dejando al descubierto poco a poco mi cuerpo.

MEMORIAS DE MI HERMANA Y YODonde viven las historias. Descúbrelo ahora