Ivanna Kridmman
Todo, absolutamente todo se estaba repitiendo, pero la escena era mucho más avasalladora. El cuerpecito de Ashley, estaba en una fuerte convulsión; temblaba voluntariamente sin poder contenerlo, sus ojos estaban totalmente girados, su boca demasiado apretada con un poco de espuma. Y sí, el cuadro se estaba convirtiendo en epiléptico.
Jordan, estabilizó su boca para aperturar el paso del oxígeno, mientras Maximiliano y yo, estabilizábamos su cuerpo para que no se hiciera daño con los fuertes espasmos hasta que pasara el proceso del ataque.
Lo que más temíamos estaba sucediendo en este momento y todos respiramos profundo cuando logramos tranquilizar a Ashley. La niña nuevamente estaba aferrada a mi cuerpo como si de eso dependiese su vida.
Jordan y yo, cruzamos nuestras miradas preocupados al igual que Maximiliano y Valerie. Después de la convulsión salimos de la habitación de mi sobrina, el sueño se había evaporado completamente por parte de las dos familias; quienes nos conseguíamos en la sala de los Freetman.
─ ¿Qué tal tú viaje en los Ángeles? ¿Cómo se comportó Jordan? ─ Le pregunté a Abigail, buscando apaciguar los nervios por el estado de salud que presenta mi sobrina y tratando de entablar una conversación diferente. La modelo había llegado el día de ayer con Jordan y sólo traté de aliviar el ambiente de la preocupación que reinaba en el rostro de todos. Abigail, sonrió observando a Jordan.─ La verdad, pensé que llevándolo al desfile desistiría inmediatamente de ser mi anfitrión obligado. ─ Mencionó la modelo y en el rostro de Jordan, se dibujó una sonrisa. Pero la sorpresa me la llevé yo, todos la observamos con curiosidad y por lo visto Jordan, no me había contado todo.
─ Después del desfile se le presentó una emergencia y salimos corriendo fue para el hospital, me impresionó mucho verlo tratando de salvarle la vida a alguien. Vivo entre médicos y sin embargo, nunca me había sentado a pensar en salvarle la vida a alguien ─ musitó pensativa Abigail.
─ Después me llevó para el área donde están los niños hospitalizados con cáncer, pensé que también los atendería en otra emergencia, pero no, solo interactuó y realizó algunos juegos con ellos, me dijo que ustedes tenían un grupo dedicado apoyarlos ─ mencionó indagatoria y con una mirada llena de curiosidad. Observé a Jordan, la había llevado para el área donde trabajaba Lissie y que nosotros nunca hemos abandonado, aunque sea para llevarle un poco de alegría a esa área pediátrica que padece ese tipo de patología tan fuerte como lo es el cáncer; Jordan y Abigail, se observaron y la chica le dedicó una mirada de respeto y admiración a Jordan y eso me agradó y me hizo sentir más orgullosa de mi novio.
─ Es hermosa esa labor de somos guerreros, que ustedes prestan. Cuando Jordan, llegó los niños se lo gritaron y eso me sorprendió mucho ─ pronunció Abigail, notando un poco de emoción a su expresión.
─ Eso se lo debemos a una persona que amamos demasiado ─ le informé a Abigail.
─ También me sorprendió ver el cuadro de ella en el apartamento que comparten juntos ─ musitó Abigail, observándome con curiosidad.
─ ¿Es una fundación? ─ Preguntó Andrew.
─ No, es un lema que tenemos en el hospital. Inició con cinco personas, pero se han unido varios médicos que prestan toda su dedicación a la labor de salvar vidas ─ respondió Jordan.
─ Lissie, fue la promotora del lema, luego nosotros nos unimos y de allí siguieron otros médicos y colaboradores con los tratamientos y ánimo de los niños ─ finalizó mi oso con tristeza recordando a Lissie.
─ ¡Ah! aunque creo que a quien no le caí muy bien fue a la señora Evensson, la abuela de Jordan. Apenas me vio comenzó a interrogar a Jordan, sobre tú paradero ─ sonrió Abigail, recordándolo e imaginaba lo dura que había sido su abuela, la verdad se gastaba su buen carácter; yo todavía no entiendo como entro en su perfil de agrado. Debe ser las veces que la he cuidado y protegido, quizás por eso me he ganado un granito de su corazón.
─ ¿Evensson? ¿No es McCarthy tú apellido? ─ Preguntó Andrew, observando a Jordan.
─ McCarthy, es el apellido de mi padre adoptivo. ─ respondió Jordan y todas las miradas de esa sala se fueron hacia él, menos la de mi madre y la mía que ya conocíamos la historia.
─ ¿Cómo se llama tú abuela? ─ Preguntó Hailey, observándolo con curiosidad.
─ María Evensson ─ respondió Jordan, con la misma curiosidad. Hailey, llevó su mano al pecho con ojos asombrados.
─ Demasiada coincidencia ─ susurró entristecida, pero de pronto volvió a observar a Jordan.
─ ¿Por casualidad su hijo no es Charles Evensson? ─ Preguntó en una voz casi inaudible, como si temiera pronunciar el nombre del padre biológico de Jordan.
─ Él, es mi padre biológico ─ respondió Jordan. La familia Freetman, posó inmediatamente sus ojos en él. Jordan, me observó confundido sin entender nada al igual que yo.
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MEMORIAS DE MI HERMANA Y YO
RomansaIvanna Kridmman, es una especialista en pediatría, que siente que su vida se encuentra realmente realizada al lado del hombre que le ayudó a superar una traición amorosa. Cuando piensa que es la mujer más feliz del mundo al lado de Jordan McCarth...