𝖂𝖆𝖗 𝖔𝖋 𝕳𝖊𝖆𝖗𝖙𝖘 『II』☾⃟ N. Mikaelson [ᴇsᴘᴀɴ̃ᴏʟ ]

Sixty Six

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Wᴀʀ ᴏғ Hᴇᴀʀᴛs

[𝙲𝚑𝚊𝚙𝚝𝚎𝚛 𝚂𝚒𝚡𝚝𝚢 𝚂𝚒𝚡  - 𝕻𝖚𝖙 𝕬 𝕷𝖎𝖙𝖙𝖑𝖊 𝕷𝖔𝖛𝖊 𝕺𝖓 𝕸𝖊 ] 

"you say you're the only one
ineed, so put your love on me"

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Klaus estaba sentado solo en la cabina de una cafetería en lo profundo de los Apalaches, esperando que Thea regresara mientras hablaba por teléfono con Elijah. ―Si lo encuentras, no lo dudes, ―afirmó el híbrido antes de colgar el teléfono, justo cuando Thea se dirigía de nuevo a su mesa con una suave sonrisa en los labios. ―Los gemelos se han quedado dormidos, ―le dijo la morena con una sonrisa divertida mientras se sentaba en el asiento de enfrente.

―Los dos se quedaron dormidos en cuanto Mary arrancó el auto. Dudo que nos echen mucho de menos a alguno de los dos durante los próximos días, ―bromeó Thea antes de mirar el trozo de papel que había arrancado de un pequeño cuaderno, con una lista de direcciones escritas que las dos almas gemelas habían hecho antes. ―Entonces... ¿a cuál de estas oficinas de los Kingmaker debemos ir primero? Hay diez. ―preguntó Thea mientras miraba las direcciones.

Klaus miró a su esposa con preocupación, y después de un momento, Thea finalmente se dio cuenta y lo miró con el ceño fruncido de confusión. ―¿Qué? ―preguntó preocupada la híbrida mientras Klaus le devolvía la mirada con ansiedad antes de suspirar. ―Lucien ha revelado su verdadera naturaleza. Se ha llevado a Freya, ―reveló el original haciendo que los ojos de Thea se abrieran de par en par al procesar la noticia.

―Y ahora, parece que su rescate depende de que Elijah trabaje en compañía de mi siempre fiable hermano Finn, ―terminó Klaus con una mirada preocupada. Thea estudió a su marido durante un momento, dándose cuenta de lo que intentaba decir. ―¿Y tú quieres volver a Nueva Orleans para dirigir la caza?, ―concluyó la morena con un suspiro. Klaus pareció dudar por un momento, claramente dividido entre sus dos diferentes misiones, y aunque Thea se sintió decepcionada, asintió con la cabeza.

―Bien. Ve tú. Pero yo me quedo con Kingmaker, ―declaró Thea con una sonrisa, informando a su marido de que no volvería a casa con él todavía. ―Lucien está trabajando muy duro para encubrir estos secuestros de lobos, y quiero saber por qué, ―le dijo la morena con determinación mientras cogía la lista de direcciones y llaves de la mesa antes de levantarse. ―Te veré en casa, ―le aseguró Thea a su amigo del alma, depositando un beso en su mejilla antes de darse la vuelta para marcharse.

Sin embargo, antes de que pudiera marcharse, Klaus alargó la mano y la agarró por la muñeca, deteniéndola. ―No, ―suspiró el original mientras miraba a su esposa, ―Los lobos, el secuestro de Freya... no puede ser todo una coincidencia. Dejaremos que mis hermanos sigan el camino obvio, ―dijo Klaus mientras sonreía débilmente a Thea, que parecía sorprendida por su repentino cambio de opinión. ―Tú y yo... seguiremos este. Sin duda, todos los caminos... ―Klaus comenzó mientras tocaba con el dedo la tercera dirección de la lista, 122283 Forest Road, ―Conducen al mismo bastardo traicionero.―