𝖂𝖆𝖗 𝖔𝖋 𝕳𝖊𝖆𝖗𝖙𝖘 『II』☾⃟ N. Mikaelson [ᴇsᴘᴀɴ̃ᴏʟ ]

Twenty Nine

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Wᴀʀ ᴏғ Hᴇᴀʀᴛs

[𝙲𝚑𝚊𝚙𝚝𝚎𝚛 𝚃𝚠𝚎𝚗𝚝𝚢 𝙽𝚒𝚗𝚎 - 𝕳𝖎𝖒 & 𝕴 ]

"he's out his head, i'm out my mind,
we got that love, the crazy kind"

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Habían pasado algunos días desde el día en que Thea accionó el interruptor y recuperó su humanidad, y desde entonces la híbrida había estado aprendiendo lentamente a hacer frente a la culpa y el dolor que sentía como resultado.

Klaus, Elijah y Hayley se habían turnado para vigilarla como si fuera una frágil muñeca que se rompería en cualquier momento. Sin embargo, en sus esfuerzos por asegurarse de que no sufriera ningún daño, la empujaron a alejarse lentamente.

Mientras que la híbrida estaba agradecida por su apoyo, no podía evitar sentirse asfixiada por su constante necesidad de vigilarla. Aunque no podía culparlos. Después de todo, la última vez que sintió un dolor como este, apagó su humanidad y se desató un ataque de sangre.

Sin embargo, Thea no podía librarse del autodesprecio que sentía por su incesante necesidad de preocuparse por ella. Sentía como si no mereciera su amor, su apoyo. Se había olvidado abiertamente de sus hijos, eligió ser egoísta y dejar todo fuera como un cobarde en lugar de enfrentarse a ello.

Había matado a gente inocente, tenía sangre tan espesa en sus manos que podía llenar un río. Se había convertido en un monstruo, y aún así, Klaus, Elijah y Hayley seguían mostrándola con apoyo y amor. Y ella se odiaba a sí misma como resultado de ello.

La hacía sentir mal del estómago. ¿Cómo se atrevió a aceptar tal afecto cuando había sido ella la que había destruido a tanta gente inocente? Ella había destruido familias... había quitado vidas inocentes por codicia egoísta.

Había apagado sus emociones; ignorando completamente que sus propios hijos existían y que dependíamos de ella para ayudarlos. Y ahora, estaba perdienda el tiempo de todos mientras trataban de ayudarla en lugar de buscar formas de erradicar a sus enemigos de Nueva Orleans para que pudieran traer a sus hijos a casa.

No merecía ser su madre. No después de las cosas que había hecho. No después de la forma en que se olvidó de ellos tan descuidadamente.

Por supuesto, no había revelado sus verdaderas emociones ni a Klaus ni a Elijah, sabiendo que sólo les causaría ser más neuróticos en su forma de vigilarla. No la perderían de vista si descubrieran que sufría mucho más dolor del que había sufrido en toda su vida.