𝖂𝖆𝖗 𝖔𝖋 𝕳𝖊𝖆𝖗𝖙𝖘 『II』☾⃟ N. Mikaelson [ᴇsᴘᴀɴ̃ᴏʟ ]

Thirty Nine

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Wᴀʀ ᴏғ Hᴇᴀʀᴛs

[𝙲𝚑𝚊𝚙𝚝𝚎𝚛 𝚃𝚑𝚒𝚛𝚝𝚢 𝙽𝚒𝚗𝚎 - 𝕮𝖗𝖆𝖟𝖞 𝕿𝖗𝖆𝖎𝖓]

"mental wounds not healing
life's a bitter shame"

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Rebekah estaba parada en uno de los salones de arriba del complejo Mikaelson, mirando un retrato pintado de ella misma en su cuerpo original de siglos anteriores, que colgaba de la pared mientras Thea y Klaus se sentaban, acurrucados juntos en uno de los sofás. ―Esa no es mi barbilla, Nik. Era mucho más delicada, ―Rebekah se mofó ofendienda y haciendo que Klaus pusiera los ojos en blanco.

―La única cosa delicada de ti, hermana, es tu ego, ―El híbrido respondió con una sonrisa cuando Thea se mordió el labio, tratando de ocultar su risa mientras Rebekah se giraba en sobre sus talones para enfrentarlos. ―¡Bueno, colocado al lado del tamaño del monstruo que tienes, ciertamente! ―Rebekah respondió con una sonrisa divertida, causando que todos se rieran, de buena manera.

―¿Podríamos prescindir de esta fascinante disputa por un momento y volver al tema de nuestra supuesta hermana perdida hace mucho tiempo? ―La voz de Elijah sonó de repente a través del teléfono, interrumpiendo su risa causando que Rebekah suspirara. ―No hay mucho que discutir, Elijah. Dijo que era Freya, y luego se lanzó a la noche, ―respondió encogiéndose de hombros.

Thea frunció el ceño a su mejor amiga, estrechando ligeramente los ojos, ―¿Y le creíste? ―La híbrida la interrogo confundida causando que Rebekah suspirara de nuevo mientras levantaba los brazos en la exasperación. ―Bueno, conocí a la chica en un loquero místico, podría ser cualquiera que dijera cualquier mentira. Pero, ella parecía... familiar, de alguna manera, ―Rebekah les informó a todos causando que Klaus frunciera el ceño en frustración.

―Entonces, ¿cómo está viva? ―Klaus se frustró cuando Theas lo miró, levantando una ceja en señal de incredulidad causando que el híbrido suspirara, poniendo los ojos en blanco mientras pensaba en ello también. ―Una pregunta, tan ridícula como sus posibles soluciones, dada esta predilección por engañar a la muerte, ―El híbrido murmuró molesto mientras Rebekah suspiraba, encogiéndose de hombros.

―No sé, Nik, sólo te estoy diciendo lo que ella me dijo, ―respondió Rebekah, mientras Thea suspiraba mirando a su mejor amiga con curiosidad. ―Bueno, ¿preguntaste por casualidad si tu tía psicópata también estaba entre la tierra de los vivos? ―La Lockwood preguntó nerviosa, asustada de que sus hijos fueran perseguidos por otro miembro psicópata de la familia de su prometido.

―Apenas tuve oportunidad de procesar ―Rebekah comenzó a responder antes de que Klaus la interrumpiera, ―Porque en la lista de preguntas obvias, sería bueno saber si la mujer que maldijo a los primogénitos de esta familia sigue respirando aire, ―añadió el híbrido al comentario de su prometida mientras envolvía su brazo por encima del hombro, jugando con las puntas de su cabello moreno.