𝖂𝖆𝖗 𝖔𝖋 𝕳𝖊𝖆𝖗𝖙𝖘 『II』☾⃟ N. Mikaelson [ᴇsᴘᴀɴ̃ᴏʟ ]

Sixty Two

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Wᴀʀ ᴏғ Hᴇᴀʀᴛs

[𝙲𝚑𝚊𝚙𝚝𝚎𝚛 𝚂𝚒𝚡𝚝𝚢 𝚃𝚠𝚘 - 𝕳𝖊𝖆𝖛𝖊𝖓 𝕴𝖓 𝕳𝖎𝖉𝖎𝖓𝖌]

"and you thought that
you were the boss tonigh,
but i can put up one good fight"

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En el complejo Mikaelson, Klaus estaba parado en el balcón que daba al patio sosteniendo a un hombre con uniforme de policía en un estrangulamiento al borde del balcón. "Los contribuyentes de Nueva Orleans merecen un jefe de policía hábil", el híbrido habló mientras sostenía al nervioso jefe de policía sobre la barandilla del balcón en una mano mientras tomaba una taza de café con la otra.

―Qué inepto eres si ni uno solo de tus hombres puede localizar a la mujer que busco, ―comentó Klaus oscuramente mientras el hombre se retorcía, jadeando para respirar con una mirada aterrorizada en su cara. ―¡Lo estamos intentando! Es un fantasma! ―el jefe de la policía alegó en defensa mientras Klaus continuaba colgado en el suelo del patio, con una mirada de fastidio en su cara.

Klaus suspiró antes de tomar un sorbo de su café, ―Aurora de Martel es bastante pequeña y puede ser capaz de deslizarse por las grietas como un pequeño grillo malvado, pero no es un fantasma, ―el híbrido declaró antes de sonreír diabólicamente, ―No aún. ―El original se inclinó hacia adelante para poder mirar al jefe de policía directamente a los ojos como un ceño fruncido en su cara, ―Creo que los mejores de esta ciudad podrían intentarlo con un poco más de fuerza, ¿hmm?―

Escuchando pasos que se acercaban, Klaus se volvió para encontrar a Freya, Thea y Elijah caminando hacia él con las mismas miradas de shock y exasperación. ―Veo que nos espera otro desayuno normal de Mikaelson, ―murmuró Freya sarcásticamente mientras Elijah ponía los ojos en blanco en la escena que tenían delante, dando a su hermano menor una mirada incrédula.

―¡Niklaus, por el amor de Dios! Libera a la pobre criatura, ―ordenó Elijah haciendo gemir al jefe de la policía, sacudiendo frenéticamente su cabeza a Klaus, cuyos labios se elevaron con una leve sonrisa. Con un encogimiento de hombros, Klaus dejó caer al hombre, permitiéndole que cayera al suelo del patio mientras Thea, Freya y Elijah lo miraban exasperados. ―De alguna manera, no creo que eso sea lo que quiso decir. ―Thea habló con una mirada de incredulidad mientras Klaus se volvía para enfrentarlos con una sonrisa engreída.

Klaus se encogió de hombros y continuó sonriendo mientras pasaba por delante de sus hermanos y su esposa en la sala de arriba, ―¡Vivirá! Y se acordará de hacerlo mejor, ―replicó el híbrido. Elijah, Freya y Thea pusieron los ojos en blanco y compartieron sus miradas de enfado antes de seguir el original mientras continuaban su conversación. ―¿Es necesaria toda esta tortura? ―Preguntó Freya irritada, haciendo que Thea se burlara de la diversión.