𝖂𝖆𝖗 𝖔𝖋 𝕳𝖊𝖆𝖗𝖙𝖘 『II』☾⃟ N. Mikaelson [ᴇsᴘᴀɴ̃ᴏʟ ]

Forty Three

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Wᴀʀ ᴏғ Hᴇᴀʀᴛs

[𝙲𝚑𝚊𝚙𝚝𝚎𝚛 𝙵𝚘𝚛𝚝𝚢 𝚃𝚑𝚛𝚎𝚎 - helpless ]

"the same brain that brings
me ecstasy is the same
pain that gets the best of me"

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Thea caminó con Hayley, Jackson y Noah por las calles del Barrio Francés mientras la morena empujaba a Hope y Kaiden en un carriola doble. Los gemelos se arrullaban al pasar a los lugareños y turistas que se paseaban por la calle, junto con músicos callejeros que tocaban varios instrumentos. Thea se rió de sus caras sonrientes mientras se inclinaba sobre el cochecito, haciéndoles cosquillas a ambos mientras chillaban alegremente.

―Bueno, Sra. Marshall-Kenner y Srta. Lockwood, ahora que tienen a dos verdaderos lugareños para mostrarles el barrio, ¿qué les gustaría ver primero? ―Jackson les preguntó a las dos mujeres mientras Noah estaba de pie a su lado, sonriendo maliciosamente a las dos y haciendo que Hayley resoplara de alegría.

―Oh, Sr. Kenner, le pediría que viera sus viejos lugares, pero tenemos dos niños impresionables con nosotros, ―respondió Hayley mientras se inclinaba para hacerle cosquillas a su sobrino y sobrina, haciendo que los dos bebés se rieran justo cuando el grupo se encontró con un violinista en la banqueta que estaba tocando una melodía alegre y se detuvieron a escuchar.

El violinista continuó tocando la melodía un poco más antes de sonreír y terminar dramáticamente la canción. Thea le devolvió la sonrisa a la mujer, dejando caer algo de dinero en el estuche del violín antes de que el grupo se diera la vuelta para marcharse. Mientras lo hacían, el violinista comenzó a tocar una melodía mucho más lenta, lo que provocó que Thea se detuviera, mirara nerviosa mientras volvía a mirar al violinista que los miraba fijamente, ―Esa canción... ¿qué es? ―preguntó terriblemente la Lockwood.

Noah, Jackson y Hayley fruncieron el ceño antes de seguir su mirada hacia el violinista que seguía mirándolos fijamente. Alarmada, Thea rápidamente se dio vuelta y comenzó a caminar a paso rápido, empujando el cochecito por la calle mientras Jackson y Noah se paraban a cada lado de ella protegiéndola con Hayley frente a ellos. Mientras se dirigían por la calle, Thea comenzó a explorar sus alrededores por temor a que los siguieran cuando de repente vio a un camarero escribiendo un mensaje en una pizarra fuera de un restaurante que decía "Una promesa hecha es una deuda que hay que pagar".

Instantáneamente, Thea se alarmó aún más, pero hizo todo lo posible por mantener una fachada neutral en caso de que alguien los estuviera vigilando. De repente, fueron detenidos por un hombre que tenía en su mano una gran flor roja y negra de tallo largo, lo que hizo que la Lockwood saltara. ―¿Una flor, señorita? ―preguntó mientras se la ofrecía a Hope, ―Un regalo para el niño, ―sonrió. Viendo lo asustado que estaba la híbrida, Noah intervino, mirando hacia el hombre con una sonrisa educada, ―Uh, no. Estamos bien. Gracias.―