𝖂𝖆𝖗 𝖔𝖋 𝕳𝖊𝖆𝖗𝖙𝖘 『II』☾⃟ N. Mikaelson [ᴇsᴘᴀɴ̃ᴏʟ ]

Fifty Seven

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Wᴀʀ ᴏғ Hᴇᴀʀᴛs

[𝙲𝚑𝚊𝚙𝚝𝚎𝚛 𝙵𝚒𝚏𝚝𝚢 𝚂𝚎𝚟𝚎𝚗 - 𝕻𝖆𝖎𝖓𝖙 𝕴𝖙, 𝕭𝖑𝖆𝖈𝖐]

"i look inside myself and
see my heart is black, i see
my red door, i must have
painted it black"

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Aurora, que conducía un auto negro, se detuvo en el pequeño estacionamiento detrás de la iglesia de Santa Ana, sonriendo con satisfacción. Una vez aparcada, sale del vehículo y camina hacia el maletero, abriéndolo para encontrar a Thea, aparentemente todavía inconsciente después de que la pelirroja le rompiera el cuello la noche anterior.

―¡Oh, pobrecito! Todavía durmiendo, ―Aurora sonrió con suficiencia a la morena, ―Bueno, tienes un gran día por delante. Deberíamos empezar. ―La pelirroja sonrió aún más mientras se inclinaba para recoger a Thea del maletero, sin embargo, antes de que pudiera empezar a levantarla, Thea abre los ojos y golpea a Aurora por encima de la cara con una palanca que estaba colocada a su lado.

Aurora gritó de dolor, lo que Thea aprovechó para saltar del maletero. Sin embargo, cuando está a punto de salir corriendo, de repente ve a Cami inconsciente en el asiento trasero del auto de Aurora, una herida con costra en el cuello que hace que la morena apriete los dientes con ira.

Dando la espalda al auto, Thea devuelve su mirada asesina a Aurora, que ahora estaba parada detrás de ella. ―Eso no fue agradable, ―la pelirroja se enfadó mientras Thea mantenía su fría mirada en su rostro. ―Te mataré si le haces daño a un solo cabello de su cabeza, ―la híbrida escupió con maldad, haciendo un gesto hacia su amiga rubia en el auto causando que Aurora sonriera.

―No tendré que hacerlo si escuchas lo que digo. Tú y yo necesitamos tener una pequeña conversación de frente a frente. Vamos, ―Aurora sonrió con suficiencia antes de abrir la puerta del asiento trasero, recogiendo a Cami con facilidad obligando a la híbrida a seguirla hasta la iglesia. Una vez dentro, los ojos de Thea siguieron a varios hombres que se entrenaban en el gimnasio de Marcel.

Uno estaba levantando pesas en el banco de prensa, con otro hombre observándolo, y otros dos hombres estaban entrenando dentro de la jaula. ―¿Qué estamos haciendo aquí? ―Thea preguntó con calma, tratando de mantener su preocupación a raya mientras Aurora los conducía más cerca del equipo. Aurora sonrió, ―He oído un rumor de que estos hombres entrenan aquí, esperando ser convertidos en vampiros. Por lo tanto, voy a concederles su deseo, ―respondió alegremente la pelirroja.

Thea miró al vampiro, deteniéndose en su camino mientras lo hacía, ―Mira, tu problema es conmigo. Déjalos a ellos y a Camille, ―ordenó firmemente la híbrida provocando que Aurora se riera mientras colocaba a Cami en el suelo delante de los hombres antes de volverse hacia Thea. ―Nik tiene a mi hermano cautivo, a cambio he tomado algo precioso para él, ―comenzó la pelirroja, mirando a Thea mientras se acercaba a ella.