Capítulo 40

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Descargué la nota de voz para morir de risa. Ese loco había grabado la conversación con la mujer de la tienda de disfraces. Entre tanta risa, no sabía si matarlo por haberlo grabado en lugar de ayudarme, o darle las gracias porque eso iría al video.

- ¿De qué te ríes?- preguntó Sandra entrando a la habitación ya vestida y secándose el pelo con una toalla.

- Harry, que es tonto.

- Yo no sé qué rollo os lleváis entre vosotros, pero no creo que acabe bien.- me advirtió.

Le había dicho a Liam que Sandra daba buenos consejos, y posiblemente debería haber vigilado con lo que me acababa de decir.

- Voy a ducharme.

- ¿Y te llevas el móvil?- dijo al ver que lo llevaba en la mano

- Tengo que... Llamar a Louis por... Nada una cosa de mañana.

- Ah... Vale... Yo y Lara vamos bajando a ayudar con la mesa.

- Perfecto, bajo en diez minutos- informé antes de dirigirme al baño mientras buscaba el número de Louis en la agenda- Hola Lou.

"¿Tu otra vez? Nos hemos visto hace nada."

- Se me ha olvidado decirte que te lleves mañana la cámara y la metas en algún sitio mientras montáis todo eso. Al medio día, cuando vayamos a comer a vuestra casa, ¿me ayudas a montar el video porfas?

"Claro"

- Y necesitaremos un proyector o algo ¿no?

"No, ya me he infiltrado esta mañana con el grupo que iban mirar para el decorado y he ido a preguntar y me han dicho que donde el marcador, hay una pantalla, que podremos poner el video ahí. Así que no te preocupes por eso."

- Entonces perfecto, el video va a ser genial. ¿Ha habido mucha locura en casa?

- Si, lo que te has perdido. Cuando os habéis ido he desconectado la cámara y he guardado el video en un USB. Está cargándose para mañana. Nadie sospecha nada.

- Bueno, me voy a duchar. Adiós.

- Hasta mañana.

Me metí en la ducha rápidamente y salí con una toalla en el cuerpo y otra en la cabeza mientras iba a mi habitación a vestirme. Me puse el pijama y bajé a cenar con el resto.

A Fran le habían quitado ya la escayola de la pierna y la mayoría de las heridas ya terminaban de curarse.

Cenamos mientras les explicábamos nuestro día a mis padres y cuando acabamos, Fran y yo sacamos la mesa mientras Lara y Sandra subían a la habitación a ponerse el pijama. Mis padres se sentaron al sofá a ver la tele y Fran y yo fuimos arriba con esas. Cuando entramos nos las encontramos a las dos con el móvil tumbadas cada una en su cama.

- ¿Con quién habláis?- pregunté mientras iba a sentarme en la cama de Sandra.

- Con Harry- respondió esta- aquí contándonos que tal el día.

- Con Andrew y Ash- respondió la otra- estamos quedando para ver que hacemos mañana.

- Mierda, es verdad, que me lo llevo a comprar la ropa y lo necesitaréis ahí. Dile que salga por la ventana.

- Vale. Dice que ya está.

Fui hacia mi habitación y abrí la ventana.

- Hola- le saludé. No quedaba mucha distancia entre una y la otra y como no había mucho transito por ahí, podíamos hablar tranquilamente.

- Buenas noches- saludó el pelinegro- ¿que querías?

- Mañana. Tú tienes que ir a ayudar con el decorado y tenemos que ir a comprar tu ropa. Y no quiero arriesgarme a que algo no te vaya bien. Habrá que ir temprano para volver a tiempo. ¿Puedes llamar a Álvaro por favor?

Nada es lo que pareceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora