Al ver que todos se habían soltado, incluso Irene también lo había hecho, me solté yo también y aproveché para apartarme uno de mis rulos rubios que se había puesto en mi cara.
Pero justo en ese momento, el suelo se abrió dejándonos ver metros más abajo una piscina con cocodrilos. Miré al resto y vi como todos nos agarrábamos de golpe a nuestras respectivas barras mientras hacíamos fuerza hacia atrás para zafarnos más a la atracción por si a esa velocidad y con esa fuerza que nos tiraba hacia atrás no era suficiente.
Miré hacia abajo y vi mis pies flotando en el aire, pero más abajo, la boca abierta de un cocodrilo hizo que más que un sueño como el tipo de sueño en el que estás volando, eso se convirtiera en una pesadilla.
Poco a poco vimos como las compuertas del suelo volvían a su posición inicial. Las tablas que se sujetaban a nuestra espalda descendieron lentamente hasta que tocamos el suelo y poco a poco la atracción fue perdiendo velocidad hasta que paró.
Las caras de susto de algunos no se les quitaba. El chico apareció por la puerta y nos indicó que ya podíamos desabrocharnos los cinturones. Que sinceramente no servían de nada, porque si te escurrías, caías igual. Salimos de ahí, yo con cierta rapidez con miedo de que la trampilla volviera a abrirse.
Los chicos cogieron sus zapatos y recorrimos el pasillo anterior para salir de ahí dentro.
- ¿Os ha gustado?- nos preguntó el chico.
- Sin duda, es emocionante- respondió Sam.
- Yo he pensado que iba a morir- dijo Zayn- entre la altura y la piscina…
- Ostras, ¿pero estás bien?- le preguntó Irene- ya nos podríais haber avisado de eso- se quejó al chico
- ¿Que gracia tendría la atracción si explicáramos a la gente lo que sucederá?
- ¿Pero no es peligroso?- preguntó Louis.
- No, las placas que teníais a vuestra espalda tienen un coeficiente de fricción muy elevado, si a eso le añades la comúnmente llamada, fuerza centrífuga, no hay ningún peligro aparte de que se te caiga un zapato.
- ¿Y cómo podéis aseguraros de que nadie se echa hacia delante, se separa de la pared y cae al agua con los cocodrilos?- pregunté recordando sus claras indicaciones del principio.
- Principalmente porque a esa velocidad es casi imposible separarse de la pared. En ese caso, la gente suele estar agarrada a las barras. Si no fuera suficiente, los cinturones de seguridad, os engancharían por los brazos. Y si siguiera cayendo, los cocodrilos son hologramas.
- A mi me sigue pareciendo peligroso- dijo Irene- si caes mal puedes hacerte daño, lo digo por experiencia.
- Si el sensor de las placas detecta que alguien cae, se lanza una red a los cinco metros que cubre todo el agujero. Está todo muy perfeccionado, es cien por cien segura, de otro modo, no nos hubieran permitido montarla.
Después de eso nos quedamos más tranquilos. Nos despedimos del chico y como era ya tarde volvimos a cruzar el parque hasta la entrada.
Íbamos charlando yo y Louis al final del grupo cuando alguien tocó mi hombro. Volteé pensando que era una de las bromas de Louis, pero tras de mí me encontré al mismo Freddy Krueger de la atracción.
- Aaaaah- grité asustada mientras me abrazaba a Louis.
- Hola de nuevo preciosa- dijo él sin acercarse a nosotros que habíamos retrocedido unos pasos sin sacarle la visa de encima.
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Nada es lo que parece
FanfictionRisas, lágrimas. Amor, odio. Coraje, miedo. Timidez, atrevimiento. Sinceridad, mentiras. Lealtad, traición. Palabras antónimas que tantas veces hemos disfrutado o sufrido. ¿Cuantas veces un siempre, ha terminado? ¿Cuantas veces nos han dicho: voy a...