Capítulo 6

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Llegamos empapados a casa, llegar hasta el coche se nos había hecho bastante difícil. Estaba calada hasta los huesos y tenía frío. Me acerqué a uno de los radiadores que estaban encendidos y dejé que el calor reconfortante me inundara. 

- Jack voy a cambiarme- anuncié dirigiéndome a mi habitación. 

Me despojé de toda la ropa mojada y me metí bajo el chorro de agua caliente de la ducha. Cogí el champú de camomila y dejé que el suave olor me invadiera. Me alejé del mundo real, alcé el vuelo y olvidé todas las preocupaciones. 

Hasta que unos golpes en la puerta me hicieron caer de buces de vuelta a la realidad. 

- ¿Nico?- dijo Jack mientras, oí como el pomo de la puerta se movía ligeramente con un chirrido. 

- ¡No abras!- le grité, pero era demasiado tarde. 

- Lo siento, lo siento-se disculpó. Por suerte las cortinas de la ducha eran blancas y no se veía a través de ellas- venía a preguntarte si podía coger algo de Sonny para cambiarme, me estoy helando con la ropa mojada. 

- Sí, claro, ya sabes que es como si estuvieras en tu casa- había sacado la cabeza entre las cortinas y le miraba mientras el suelo iba encharcándose por culpa de mi pelo- será que Sonny no es como un hermano…

- Quizás solo era una excusa...- dijo con una sonrisa pícara en la cara mirando como si pudiera ver a través de las cortinas. 

Cogí una esponja y se la lancé con la puntería exacta que no le dio tiempo de apartarse y le dio en plena cara mojándolo más de lo que ya estaba. 

- Oye, esta me las pagaras- dijo acercándose con la esponja en la mano.

- Te recuerdo que estoy en la ducha, lo digo por tus posibles ideas- dije yo cogiendo la alcachofa del agua con la mano que no sujetaba la cortina. 

- Como si eso me importara mucho, hay la suficiente confianza- dijo mientras cogía jabón de manos y lo extendía por la esponja.

Acto seguido lo puso bajo el grifo haciendo que hiciera espuma. Se acercó a mí con la esponja en alto. Y justo en el momento en que me encastaba la esponja en la cara cogí la manguera y le mojé de pies a cabeza con el agua que había puesto helada. 

Sentía el gusto del jabón en mi boca, la espuma entraba por mi nariz al intentar respirar con la esponja que Jack me presionaba en la cara, yo con los ojos cerrados para evitar que me entrara jabón en los ojos me defendía con el agua congelada, hasta que Jack dejó caer la esponja al suelo. 

- ¡Para, para! Me rindo. Que frío- dijo finalmente. Yo volví a cerrar bien las cortinas y me lavé el jabón de la cara.

- Ya sabes que conmigo no se juega- sonreí aunque él no me pudiera ver.

- Nico...

- ¿Que quieres ahora?

- ¿Sabes la que acabamos de liar con el agua?- dicho eso, saqué rápidamente para ver el desastre que habíamos montado.

El suelo estaba encharcado, incluso el espejo del lavamanos estaba mojado, las toallas que había dejado en la tapa del wáter estaban como acabadas de salir de la lavadora y mi ropa para cambiarme estaba igual.

- Ve a buscar una fregona- le dije a Jack mientras terminaba de ducharme- y tráeme una toalla seca.

- Alguien, una persona perversa y maligna me ha mojado más de lo que estaba, estoy chorreando, ya esta esto suficiente mojado como para que siga mojando el piso. 

Nada es lo que pareceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora