Capítulo 46

2 1 0
                                    

Cuando me despierto me encuentro en una habitación que no es la de casa de Irene. Miro a ambos lados y veo un marco con una foto de Zayn e Irene sobre la mesilla de noche.

La tumbo rápidamente hacia abajo, no quiero ni verla, no quiero saber nada más de ella. Nunca más. Primero Zayn, mi debilidad, ella lo seduce y están perfectamente juntitos. Puedo entender eso, pero que sabiendo que me había enamorado de Harry me hiciera eso, no, eso sí que no se lo perdonaba.

Mis lágrimas empiezan a mojar la almohada de Zayn, entonces me fijo en que la habitación está más vacía que como lo estaba ayer y que él no está en el sofá cama que había montado anoche, ahora es ya un cómodo sofá.

Pero no puedo pensar más, un dolor insufrible me taladra la cabeza. Cierro fuertemente los ojos a la vez que me aprieto con ambas manos la cabeza. Todavía es peor.

Decido salir en búsqueda de Zayn o alguno de los chicos que deben estar en el piso de abajo para que me den una pastilla o alguna cosa.

Salgo descalza de la habitación y me dirijo primero al baño. Deshago la coleta medio deshecha, me peino un poco con los dedos y vuelvo a hacerme una cola alta. Llevo una camiseta de Zayn que me va grande y entonces veo en el espejo a Irene.

Irene posiblemente la haya llevado más de una vez, posiblemente haya estado parada frente a ese espejo muchas veces, con su pelo como el mío, sus ojos castaños como los míos, con sus pecas que ahora con el sol del verano se me han dibujado a mi también.

Si somos tan parecidas, ¿porque todos la quieren a ella? ¿Que tiene ella que no tenga yo? Si somos incluso iguales en el carácter, ¿porque ella siempre?

Porque ella no lloraría como veo que hace mi reflejo, porque ella no tiene que preocuparse de que su amiga le haya robado al chico de sus sueños, ella ya tiene al chico ideal, porque no somos iguales, ella es perfecta, yo no lo soy.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~♫♪~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Salgo de la habitación después de vestirme y veo la puerta del baño abrirse. Lara sale llorando. Y sé que estamos enfadadas, sé que es ella la que no me comprende, pero no puedo evitarlo, porque no puedo ver a mi amiga llorar, porque se lo que está sufriendo. Voy hacia allí y la abrazo. Y llora sobre mi hombro mientras me abraza con fuerza, lo necesita, necesita desahogarse.

Y es que una amiga es una amiga a pesar de las peleas y los enfados. Le seco un par de lágrimas y le doy un beso en la frente.

- Shhh ya está- susurró. Ella sorbe por la nariz y se frota los ojos.

- ¿Tienes algo para la cabeza?- me pregunta avergonzada.

- Claro, ven- la cojo de la mano y la llevo a la habitación de invitados donde yo estaba alojada. Busco en el neceser unas pastillas y se lo entrego.

- Gracias- sonríe.

- No hace falta que hagas esto, conmigo no sirve. No hace falta que te escondas tras una falsa sonrisa. Te conozco demasiado, a mi no puedes engañarme.

Se le escapa una risita sincera, sabe que la he pillado.

Juntas bajamos al piso de abajo y preparamos algo para comer mientras le cuento que los chicos se han tenido que ir a una gala en Los Ángeles y que no volverían hasta el viernes.

Después de comer nos tumbamos en el sofá a ver una película que hacían ese medio día y pronto quedamos ambas dormidas. Aun que Lara se duerme antes que yo. Estoy preocupada por ella, y hay muchas cosas que no me cuadran. Lo principal es que yo no veo a Irene haciéndole eso. No, Irene no es así. Ha cambiado desde que está aquí. Pero no puede haberse convertido en una... No... Irene no es así... La Irene que yo conocía no era así. ¿Podría ser que de verdad sí que hubiera cambiado tanto? ¿Podría ser rencor por haberle dejado de hablar cuando se vino a vivir aquí? No, eso lo habíamos solucionado. Necesitaba hablar con ella. Saber los motivos por los cuales le había hecho eso a Lara, pero también porqué había engañado a Zayn todo este tiempo.

Nada es lo que pareceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora