Capítulo 22

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Ya tenía 20 años y unos días. Era lunes, tenía la tarde libre, pero Sandra y Lara se habían ido con One Direction a visitar Londres. Mis padres volvían a tener otra cena o reunión con la empresa así que posiblemente llegarían cuando ya estuviera durmiendo. Mi hermano iría en breves a casa de Vicky puesto que sus padres acudirían a la misma reunión. Twenty Twenty daba un concierto hoy no sé donde así que no contaba con Nico. Ashley estaba enferma. Y Ándrea, Eve, Sarah, Mike, Erik y Charlie... bueno, no me apetecía quedar con ellos, quería tranquilidad.

Mi mejor decisión, darme un baño relajante en el jacuzzi del baño de mis padres. Me puse un bikini encendí un poco de música relajante, unas velas perfumadas y me zambullí en el agua burbujeante. Me acomodé y cerré los ojos, eso era el paraíso.

No sé cuanto pasó que ya estaba mi hermano cortando mi tranquilidad.

- Irene, me voy a casa de Vicky.

- Vale, pero usad protección.

- ¡Oye, ya te vale!

- Eres mi hermano pequeño me preocupo por ti.

- Mentira, te preocupas más por Vicky.

- También puede ser verdad, pero ten presente que ella es más pequeña que tú, no lo olvides.

- Lo sé Irene, lo sé, la quiero vale, como a nada en el mundo, no te preocupes, se lo que hago.

- Ven anda- se acercó a mí y le di un beso en la mejilla

- Sabes eso de no tener con quien salir te afecta, te hace ser más cariñosa y buena.

- Anda vete ya no hagas esperar a Vicky, y cuando salgas, baja un poco la intensidad de la luz.

Estaba de buenas y me hizo caso así que la luz empezó a sumirme en una reconfortante oscuridad atenuada por las velas.

Ahora tendría la paz y tranquilidad que deseaba.

Bueno, tendría que esperar un poco. Cinco minutos después, llamaban a la puerta.

- ¿Aun no te has ido? Pasa venga.- La puerta se abrió lentamente pero fuera no era mi hermano el que había llamado- Ah, hola. ¿Qué haces aquí, no deberías estar con Sandra y Lara?

- Al final solo han ido Liam, Louis y Niall.

- Pero si tú estás aquí, me falta alguien. ¿Dónde está Zayn?

No respondió, y eso no me gustaba, ya intuía de qué iba la cosa.

- Con Vero- dijo confirmando mis sospechas. Algo dentro de mí se revolvió. Suspiré y volví a mi relax.

- ¿Quieres quedarte?- le ofrecí.

- Veo que estás muy bien aquí, creo que sí que me quedaré, a eso venia precisamente.

- ¿Venias a bañarte aquí conmigo?

- No tontita, venía a verte, aunque creo que la próxima vez vendré con esa intención.

- Serás tonto. Anda, dale a la luz que no quiero matarme para salir. Ven, que te dejo un bañador de mi hermano- me puse un albornoz y las chanclas y fui al cuarto de mi hermano a coger un bañador suyo, se lo di a Harry y le dejé allí cambiándose.

Mientras, fui a buscar algo para picar, cogí unas aceitunas y las puse en un cuenco que llevé al cuarto de baño, después fui a buscar unas patas. Cuando volví, Harry estaba ahí de pie con el bañador azul esperándome.

No pude evitar fijarme en él, su cuerpo, sus tatuajes... ¿Soy yo o a los chicos se les ve más sexys con el bañador azul?

- Tu tampoco estás nada mal- dijo como si me hubiera leído la mente.- pero te sobra un poco de michelin aquí- dijo riendo y señalando uno de mis costados- y aquí- me tocó en el otro- y aquí, aquí, aquí- y empezó a hacerme cosquillas. Pocas personas lo conseguían, pero por mala suerte Harry era una de ellas.

Nada es lo que pareceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora