Capítulo 27

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- Sabes que eso puede traerte problemas ¿verdad?- le dijo un Louis preocupado a Zayn cuando entramos cogidos de la mano al salón donde estaban todos.

- Lo sé- respondió Zayn- pero por ella quiero arriesgarme- dijo antes de darme un beso delante de todos. Yo me sonrojé.

- Aww, que cuquis- comentó Nico. A lo que sonreí.

- Le tendré vigilado Malik- le dijo Álvaro poniendo dos dedos delante de sus ojos y dirigiéndolos después hacia Zayn.

- A quien tienes que vigilarla es a ella. Espero que nada malo le suceda. La dejo en tus manos.

- Nos despedimos ya- anunció Álvaro- señorita Sánchez, me acaba de llamar el señor Sanchez que desea que vayamos a casa a comer.

- Bueno chicos, adiós- me despedí. Les di dos besos a Liam, Louis, Niall, incluso a Vero.

- Me alegro por ti- me susurró Harry mientras le daba dos besos igual que a los otros. Luego me dirigí hacia Zayn y le di un fugaz beso en la comisura de los labios. No quería abusar de la hospitalidad de sus labios mientras estos siguieran reservados para otra persona.

Luego Álvaro y yo nos fuimos en silencio a casa a comer. Después de comer mi madre, mi padre, yo y Álvaro, mi padre acompañó al chico con el coche a recoger sus cosas.

- Álvaro- le llamé a la que iba a ser su habitación por un tiempo, mis padres habían insistido en que era mejor que se quedara a vivir en casa en lugar de su apartamento el cual estaba bastante alejado.

La habitación era la contigua a la mía. Y la siguiente era más amplia y un poco mejor pero quiso quedarse ahí.

Lara y Sandra vendrían la semana que viene y la habitación grande tenía dos camas mientras que en la cual estaba llamando solo había una.

- Adelante, pase- me dijo, y entré- estoy guardando mis pertenencias.

- Me gustaría ir luego a casa de Vicky, cuando acabes con todo esto.

- De acuerdo, gracias por avisar.

- ¿Quieres que te ayude?

- No hace falta, ya termino. Señorita Sanchez yo... Siento haber tenido que irrumpir así en su vida. Sé que no es fácil que de un día para otro un extraño tenga que llevarte y acompañarte a todos lados, pero es mi trabajo señorita y es por su seguridad. Trataré de hacer lo máximo posible para que mi presencia no se le haga molesta.

- Gracias Álvaro. Lo sé, es solo que, es extraño. Y por favor, trátame de tu.

- De acuerdo señorita.

- Ah sí, y llámame Irene, no señorita, que solo eres tres años mayor que yo.

- Como desees.

- Ejem...- caraspeé.

- Es la costumbre. Hasta ahora no he trabajado con alguien joven.

- Bueno, ya te acostumbrarás- me reí viendo como intentaba doblar una chaqueta. - Dame, ya lo hago yo- dije cogiendo la chaqueta- y otra cosa. No hace falta que vayas con traje y eso, puedes ir normal.

- ¿Algo más que discutir sobre mi trabajo?- se rió.

- Si, trátame como si fuéramos amigos, no como si tuvieras que protegerme.

- De acuerdo- acabamos de guardar el resto de sus cosas- Listo, ya podemos irnos.

- Ahora la cosa es, ¿podemos ir con mi moto?- pregunté.

- No veo que haya ningún problema.

- ¿Y puedo conducir yo?

- Si sabes cómo ir, si.

Nada es lo que pareceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora