Capítulo 20

3 1 0
                                    

Un jarrón de agua fría cayó sobre mí. No podía ser cierto, no. Ahora que pensaba que estaba ya todo solucionado...

- No Liam, no debes hacer eso.

- Es lo mejor, no quiero engañarla si tu y yo vamos a tener algo. Y deberías hacer lo mismo con Jack.

- Es que no puedo hacer lo mismo con Jack.

- ¿Porqué?

- Liam, se supone que no deberías saberlo ¿vale? Pero te lo voy a contar. En realidad Jack y yo no estamos saliendo. Es solo temas de los managers y la prensa.

- Entonces, ¿qué problema hay?

- Pues bueno, que con toda la tontería esta, me he enamorado de él.

Se quedó callado. Soltó un bufido y miró al cielo. Verle así me mataba y más sabiendo que yo era la culpable de todo.

- Liam yo...

- No Nico, no digas nada. Necesito estar solo. Vete por favor.

- Lo siento- le susurré antes de hacerle caso y volver a dentro de la casa.

Louis había estado mirando por la ventana y cuando estaba a punto de entrar apareció él ante mí con cara interrogante.

Simplemente le abracé y me puse a llorar mientras él acariciaba mi pelo como tantas otras veces.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~♫♪~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

- Irene- me llamó mi hermano cuando Niall y yo entrábamos en casa- va a venir Vicky y su familia en un rato. Mamá les ha llamado hace rato.

- Vale, genial- y se fue feliz casi saltando. Demasiado feliz estaba ese chico para que viniera Vicky...- ¡Enano!- le llamé.

- Dime- se giró sin rechistar, raro, muy raro...

- ¿A qué viene esa sonrisa tan radiante y esa felicidad?

- Ahh, nada, pues... Que mi hermanita cumple 20 años. Eso no pasa todos los días. Te quiero- y vino a abrazarme y darme dos besos. A ese chico le pasaba algo, seguro.

- Ya, claro. Yo se que pasa.

- ¿Ah sí?

- Love is in the air- le susurré al oído.

- ¡Que! No, claro que no- se sobresalto poniéndose rojo. En ese momento llamaron al timbre.- ¡Voy yo!- gritó él corriendo hacia la puerta. Yo y Niall nos lo quedamos mirando y empezamos a reírnos a más no poder.

Pero mi risa se desvaneció en menos de un segundo al oír las palabras de mi madre desde la entrada.

- Tú debes ser Verónica. Encantada. Pasa, pasa cielo, están todos dentro, no seas tímida.

Ella apareció por la puerta y sentí como muchos se giraban hacia allí. Llevaba un vestido corto palabra de honor ajustado, de color rojo y sus tacones eran un poco más altos que los míos, así que volvía a estar bajita puesto que de normal me sacaba varios centímetros.

Dio la vuelta por toda la sala saludando a cada uno de los presentes, hasta llegar al irlandés, después se quedó parada frente a mí. Y acto seguido me abrazó fuertemente.

Yo me quedé paralizada y tensa, hace unos años, eso hubiera sido normal, de hecho hubiera sido lo primero que hubiéramos hecho solo vernos, ¿pero ahora?

- ¡Irene! Ya nos hemos instalado- grito entusiasmada Lara.

- Nos encantan las...- siguió Sandra para callar de golpe al borde de las escaleras por las que bajaban. Me vieron abrazada a esa chica, no la reconocieron de espaldas. Habían pasado demasiados años ya y ellas poco tuvieron que ver a parte de aguantarme cuando Vero me abandonó.

Nada es lo que pareceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora