Capítulo 9

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Cogí mi móvil rápidamente. 

"Número desconocido"

- ¿Diga?

"¿Miss Sánchez?"

- La misma

"Soy la directora de la piscina donde enviaste el currículum"

- Ah, de acuerdo.- ¿que tenía que decir?, se me habían olvidado las palabras- ¿Y cuál era el motivo de la llamada?

"Una de las entrenadoras de natación se ha lesionado y necesitamos a alguien que la sustituya. Y visto que estaba interesada en el puesto, le haremos una entrevista en cuando le venga mejor y decidiremos si desea o no el puesto atendiéndose al horario"

- Muchísimas gracias, de verdad- respondí impresionada. Saqué una libreta de la mochila que llevaba conmigo y apunté un par de datos- Gracias de nuevo. Ahí estaré. Adiós - colgué.

Louis, Nicole, Jack y Harry me miraban sin entender. Aun no me podía creer mi suerte. Empecé a asimilarlo. Si, esta llamada había sido real. 

- Me han aceptado en una piscina- grité mientras corría hacia Niall quien hablaba con Liam de espaldas a mí, "salté" a su espalda y le abracé sobresaltándolo. 

- ¿Qué?- preguntó sin entender mi reacción a la vez que se giraba. 

- ¡Me han aceptado, en la primera piscina!

- Wow, felicidades- me abrazó alzándome del suelo y dándome una vuelta. 

- Gracias, por todo- dije dándole un beso en la mejilla. 

- Eh, felicidades enana- me dijo mi hermano acercándose. 

De repente me inundó una ola de felicitaciones de parte de todos los presentes. 

- Muchas, gracias chicos- respondí con una sonrisa en la cara. 

Me aparté de ahí y llamé a mis padres para darles la buena noticia. 

Cuando colgué, una especie de nostalgia me invadió. Como me hubiera gustado que mis amigas estuvieran ahí para celebrarlo juntas. Por mala suerte, se habían quedado en España. Entonces mi mente empezó a pensar. Tampoco me habían enviado ningún mensaje, ni por Facebook, ni Whatsapp, ni nada. La última vez que había hablado con ellas era para decirles que ya había cambiado la compañía del móvil y tenía internet para seguir hablando. Eso había sido a la mañana siguiente del día en que llegamos. Hacía ya lo suficiente como para pensar que ya no volveríamos a hablar, al menos no como antes. 

Toda mi felicidad se desvaneció por instantes. Hasta que alguien tocó mi espalda. Volteé para ver a Zayn. 

- ¿Dónde estabas?- le pregunté con una sonrisa falsa en la cara. 

- Estaba llamando a Perrie. ¿A que vino toda esa alegría de antes?

- Que ya tengo trabajo- forcé mi sonrisa. 

- Oh, genial. Espero que lo disfrutes, era lo que tú deseabas ¿verdad?

- Si, he tenido mucha suerte.

- La suerte del Leprechaun- nos reímos.

- Gracias- le dije desconcertándolo. 

- ¿Por qué?

- Por salir de la monotonía del simple "Felicidades" o "Me alegro mucho"

- ¿Y me das las gracias por esta tontería?

- Si- me reí. Me dio un beso en la mejilla, haciendo que mi sonrisa fuera mayor. 

- Perfecto, ya he conseguido lo que quería- comentó mientras se volteaba para empezar a andar hacia los otros.

Nada es lo que pareceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora