Capítulo 3: "La casa del maestro Lynch".

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-¡Atención!.- Exclamo parándome en un asiento de la cafetería. Toda la atención de los chicos y chicas ahora esta en mí.- ¡La fiesta de esta noche esta oficialmente cancelada!

Al instante, todos comenzaron a abuchearme.

Pongo los ojos en blanco, vuelvo a sentarme, sigo comiendo mis uvas.

Si el maestro Lynch no hubiera dicho algo sobre las "clases particulares" la fiesta seguiría en pie. 

Maldito Lynch, lo detesto, ya me desaprobó en dos pruebas, mis padres no estarán nada contentos, por suerte están en Miami, y volverán exactamente en una semana.

Lamo mis labios al ver a Logan sentarse frente a mí.

-Hola chicas.- Nos saluda.

Camila y yo sonreímos al mismo tiempo.

-¿Como que se canceló la fiesta _____?

Suspiro y miro mis uvas. Vuelvo a mirarlo a él algo apenada.

-Lo siento Logan, es que el maestro Lynch se ofreció a darme clases particulares hoy a las 7:00 de la noche y bueno no puedo negarme, no quiero reprobar la materia.

Logan asiente para luego irse de nuestra mesa.

-El maestro Lynch es muy sexy, pero es un maldito pesado.

Asiento.

-Tienes que tener mucho cuidado, te dará clases particulares, eso quiere decir que solo estarán, tú y él...

Eso es completamente cierto.
Comienzo a ponerme nerviosa.

Trago saliva sonoramente.

No puedo imaginarme todo lo que pasará si voy a su casa, ayer intentó tocarme los pechos y hoy mordió el lóbulo de mi oreja. Dios mío.

-¿Tu crees que el maestro Lynch sea capaz de...

Camila asiente.

-Sabes perfectamente como son los hombres, _____.

***

Bajo de la camioneta de Camila no sin antes despedirme de ella.

Con temor me paro frente a la casa del maestro Lynch. Estoy nerviosa, no...

¡Estoy demasiado nerviosa!

Con una mirada le indico a Camila que se vaya, ella me guiña el ojo y se va.

Mis manos estan heladas.

Y seguramente mis mejillas algo sonrojadas.

Suspiro y me animo a tocar el timbre de la inmensa casa del maestro Lynch.

Observo su casa, esto no es una casa, es una mansión. 

Es de color blanco y tenía muchas ventanas, es completamente hermosa y...

El sonido de la puerta abrirse me saca de mis pensamientos.

Observo al maestro Lynch, quien sonríe de oreja a oreja.

Viste con un pantalón color negro muy ajustado, que marca sus piernas y obviamente su masculinidad, junto con una camisa blanca.

Maldición.
No debí haber venido con este vestido tan corto.

Todos mis vestidos son así.

No quería estar tan impresentable.

Pero no tenía un vestido más largo para venir hasta aquí.

¡Soy una estúpida!
Lo primero que digo, y lo primero que hago.

-Hola maestro Lynch...

-Buenas noches, señorita Evans... puede pasar.- Me saluda abriendo más la puerta, entro y miro la sala principal de su casa.

Es muy hermosa y acogedora.

Me estremezco al sentir sus brazos rodear mi cintura y su respiración directamente en mi cuello.

Mierda. 

-¿Qué está haciendo?.- Susurro extasiada.

Tengo que ser honesta, estoy comenzando a excitarme.

-Nada de lo que tu no quieras, pequeña.

Siento sus labios en mi cuello.

Cierro los ojos. 

Esto no puede estar pasando... Él es solo mi maestro.

Ahora no solo siento sus labios en mi cuello, también su lengua lamiendo mi cuello, siento sus manos en mis pecho. Abro los ojos de golpe.

-No... esto no está bien, eres mi maestro

Me separo de él y lo miro fijamente.

Ross ríe.

-Se que quieres esto _____, no lo niegues, quieres esto tanto como yo lo quiero.

Me dice mordiéndose el labio y acercándose a mí cada vez más

Me toma de la cintura, intenta besarme pero lo empujo.

-Bien, te resistes, pero se que caerás _____, empecemos con la clase.

Dice para luego sentarse en el enorme sillón blanco. 

Me siento a su lado aún con algo de miedo.

-Veamos... la química es la ciencia que estudia tanto la composición, estructura y propiedades de la... completa la frase, recuerda que lo hemos estudiado hoy

Muerdo mi labio inferior.

-De la... eh...- El maestro Lynch me mira, esperando una respuesta.- ¿De la madera?

Ríe.

-De la materia, _____.

Bufo.

-¡Odio la química!.- Digo cubriendo mi rostro con mis manos.

Lynch me quita las manos del rostro.

No se como pero me puso encima de él.

Intento quitarme de su encima pero él lo impide.

-¿Te parece si hacemos un trato?

Tiene las pupilas dilatadas. Su mirada refleja deseo y lujuria.

Lo miro confundida.

-¿Que te parece si...- Pone sus manos en mi trasero.- Tu y yo tenemos sexo, nadie tiene que enterarse, y yo... te aprobaré en química, te pondré 10 en todas las pruebas.

Muerdo mi labio inferior.
Es un buen trato... pero esta mal, muy mal.

No puedo tener sexo con mi maestro por buenas calificaciones.

Aunque... si nadie se enteraba tal vez podría funcionar.

No, _____, no caigas en su sucio juego... no lo hagas.

-¿Quieres una demostración de todo lo que te pierdes al decir que no?

No me deja contestar y une nuestros labios en un beso feroz, ardiente.

Su cálida lengua toca la mía.

Sus manos estan en mis pechos, los aprieta fuertemente haciendo que gima.

Pega nuestros cuerpos hasta no poder más, gimo al sentir su erección, que esta durísima contra mi abdomen. Sin notarlo ya estoy recostaba en el sofá y él encima mió.

Su mano derecha entra por la parte de mi vestido y presiona mi clítoris por encima de mis bragas que ya estaban mojadas, abro mis piernas como reflejo.

Todo el contacto que tenemos se arruina debido a que se separa de mí.

Lo miro extrañada.

-Todo eso y más estás perdiendo al decir que no -Guiña un ojo.- ¿Qué dice señorita Evans? ¿Acepta o lo deja?

Trago saliva sonoramente.

Sexo con mi profesor | Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora