Capítulo 29: "No, no, no".

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Último capítulo de la Temporada. 


Me sobé los ojos y bostecé. Me lancé a mi cama boca a bajo, pero al sentir algo en mi estómago me paré al instante y fui al baño, abrí la tapa del inodoro y comencé a vomitar... por tercera vez.

Era increíble que me estuviera pasando todo esto a mí.

¿Acaso me estoy pudriendo por dentro, o algo parecido? 

Al terminar de vomitar, jalé la palanca y me cepille los dientes. Vi a Camila mirarme con preocupación.

-¿De nuevo? 

Asentí para volver hacer el mismo acto de antes, lanzarme a mi cama.

Suspiré contra la almohada. Cerré mis ojos ligeramente.

-Tenés que ir a una clínica a que te revisen, estás así hace un mes.

Negué con mi cabeza. 

Me senté en mi cama cruzando mis piernas, encendí mi notebook y me conecté directamente a Skype. Miré la hora de mi reloj. Las 6:30pm. 

En 10 minutos Ross se conectaría. Sonreí.

-¡Joder!.- Cerró mi notebook.- _____, si no vas te jalaré del cabello aunque te duela.

-¡Tengo que ver a Ross! 

-¡Lo podés ver otro momento! ¡Ahora cámbiate para ir a la clínica!
Negué con mi cabeza  y suspiré cansada.

Quise volver a prender mi notebook pero fue demasiado tarde ya que Camila se la había llevado.

-O vamos a la clínica juntas, o juro que la romperé.

Puse los ojos en blanco.

-De acuerdo. Pero por lo menos deja la notebook aquí y me cambiaré, ¿Vale? 

Camila camino, para luego cerrar la puerta sin haberme devuelto la notebook.

Bufé y comencé a sacarme la ropa.

Me puse lo primero que encontré. Estaba bastante cansada. Y cada vez me sentía más enferma. 

Me puse unos zapatos sin taco ya que estaba muy cansada como para caminar con tacones ahora. Salí de mi habitación. Baje las escaleras, camine por los pasillos y al llegar a mi sala principal, Camila dio una carcajada.

-Pareces un zombie viviente.

Rodé los ojos.

-Solo vamonos para llegar rápido ¿Ok? 

Camila asintió. Dejo mi notebook en el sofá y se paró para poder ir a la clínica.

***

-¿Qué esta sintiendo?

Me preguntó el doctor tomando nota de todo lo que decía.

-Náuseas, mareos, y un poco de hambre.

-Y también cada día esta más bipolar.

Me interrumpió Camila.

-Lárgate ahora.

La miré fulminante.

Camila rió, se paró de la silla y salió de la oficina del doctor.

-¿Mareos muy constantes? 

Asentí con mi cabeza.

-Si, desde hace un mes que estoy así, y no se el porque... por eso vine.

El doctor asintió y tomó nota de mis palabras.

Sexo con mi profesor | Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora