Capítulo 22: "Este es mi fin".

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Maratón


Camila:

*flashback*

-¡Espere!.- Grité haciendo que el rubio voltee y me mirara algo sorprendido.- ¡No puedes renunciar! 

Ross rió irónicamente.

-No pienso quedarme aquí, quiero olvidar todo.

Abro mis ojos a tope.

-¿A donde irás? 

-No pienso decírtelo, sé que se lo dirás a ella.

Maldita sea.

_____ se pondrá peor de lo que esta.

-¡Ross no puedes irte! ¡¿Te mudarás?! 

-Claro que sí, es lo mejor, quiero sacarla de mi mente, y lo mejor que podría hacer en este momento es dejar Los Ángeles por un tiempo.

Dijo para luego entrar a su camioneta y dejarme con la palabra en la boca.

Maldición.

Ella no puede saber nada de esto... no dejaré que lo sepa.

*fin del flashback*


_____:

Mis ojos se llenaron de lágrimas.

Salgo corriendo del salón antes que el nuevo maestro pueda decirme algo.

Siento una mano en mi hombro, volteo, y abrazo a Camila con todas mis fuerzas.

Sollozo.

-¿Por qué se fue? 

Murmuro con rabia, rencor y tristeza. 

-¿Tú sabías de esto? 

Me separo al instante de ella.

Camila mira hacia el piso.

-¡Maldición! ¿¡por qué mierda no me lo dijiste!?

-Yo... sabía que te ibas a poner mal por eso no te lo dije...

Sollozo nuevamente y corro hacia la oficina de la directora, antes de que pudiera entrar, limpio mis lágrimas y sorbo mi nariz.

Toco un par de veces hasta que me dicen: Pase.

Abro la puerta y me siento en frente suyo.

-Buenos días directora Morgan- suspiro- ¿Qué paso con el maestro Lynch?  

La directora despega su mirada de los papeles y me mira.

-Renunció.

Contesta fría.

-¿Usted sabe el por qué? 

Ella negó con la cabeza.

-Supongo que por motivos de viaje.

Entreabro mis labios, juro que voy a llorar.

-¿Y sabe a donde? 

-¿Por qué tantas preguntas? 

Trago saliva sonoramente.

-Por nada... ya no importa, muchas gracias.

Digo para luego irme de su oficina.

Corro hasta el estacionamiento, Camila esta en la puerta de la Universidad.

-¿A donde vamos? 

-A la casa de Ross.

Digo corriendo lo más rápido que puedo hacia mi camioneta.

-¿Puedes conducir? 

Le pregunto, ella asiente.

Camila comienza a conducir.

Mis nervios aumentan cada vez más.

Luego de unos minutos. 

Llegamos.

Me quito el cinturón de seguridad y con lágrimas en mis ojos. Bajo de la camioneta.

Dirijo la mirada a la puerta de la casa de Ross.

Abro mis ojos.

"Casa en venta"




Sexo con mi profesor | Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora