Sexo con mi profesor | Ross Lynch

Capítulo 16: "¿Extraña reconciliación?"

Bufo.

Han pasado exactamente 2 semanas desde que Ross y yo rompimos. No me mira, es cortante conmigo, y cada vez que pregunto algo en clases. ¡Él solo dice que ya lo ha enseñado!. Es frustrante, hasta estoy comenzando a pensar que me odia.

¿Recuerdan el "famoso" trato? 
¡Ross lo rompió! 

Estoy castigada al igual que Camila por las pésimas calificaciones en química. Y eso no es lo peor de todo, lo peor de todo es que todos en la Universidad me odian ya que, gracias a mí, también usan uniforme.

¿Increíble, no?

Muerdo el borrador de mi lápiz mientras observo la prueba de química. 

Respondo todo, había estudiado extremamente ayer, todos los semestres, tengo sueño, pero sé que valdrá la pena.

-Si ya terminaron, pueden dejar sus pruebas en mi escritorio, por favor.

Dice Ross corrigiendo unas cosas.

Ruedo los ojos. Me levanto y puso mi prueba en el escritorio de Ross.

Este ríe, pero calla al ver que he completado todo. Una sonrisa de superioridad se posa en mis labios.

-Creo que pasará las vacaciones de verano en la escuela, señorita Evans.

Me pone fuertemente el examen en mi carpeta. Abro los ojos como platos al ver que había un enorme 0 trazado con rojo.

Joder.

Tomo el libro de química y comienzo a buscar todas las respuestas.

Maldito Ross.

¡Todo esta bien! ¡Sólo me pone 0 por joderme la vida! 

Cuando suena el timbre todos se van, me levanto de la silla y me dirijo a la puerta, Camila avanza pensando que yo voy a salir, la tomo del brazo.

-Espérame en las clases de gimnasia.

-P... pero faltan 2 clases para que toque gimnasia.- Frunce el ceño.

-Lo sé, solo espérame, por favor.

Ella asiente y sale por la puerta, rápidamente observo el salón: Vacío. 

Cierro la puerta con llave y volteo, mirando a Ross.

Él frunce el ceño.

-Creo que me debe unas disculpas, maestro Lynch.

Me acerco a él, moviendo las caderas, traga saliva sonoramente. 

Le pongo la prueba en frente suyo.

-Todo esta bien, tengo 10, usted me puso 0, corrijalo, maestro.

Me siento en su escritorio con confianza.

-No puedes sentarte allí...

-¿A no? Entonces...

Me siento encima de la prueba y abro las piernas, dejando ver mi lencería de Victoria's Secret, es roja y es la más sexy que pude encontrar en la tienda, la había comprado anteriormente para él, pero no pude usarla.

Sonrío al ver que esta observando mi feminidad mientras se relame los labios, inconsciente.

-Eh... este... creo que...

Tartamudea.

Río. Agarro sus manos y las pongo en mis muslos.

-Tócame... hazme sentir lo que no siento hace semanas.