Sexo con mi profesor | Ross Lynch

Capítulo 31: "¡Maldito Destino!".

Segunda Temporada.

Tomé a Paige en mis brazos y besé su mejilla. Rió dulcemente. Sonreí y se la entregué a la niñera que había contratado el mismo día que nació Paige. El 30 de Diciembre del 2014.

Si... un día antes que Ross... ¿Pueden creerlo? 
Suspiré. Y tomé mi mochila, la puse sobre mi espalda y sonreí amargamente mirándola.

-Cuídala bien, ¿Si?

La niñera asintió sonriendo. 

Me despedí de ella una vez más y luego salí de la casa junto a Camila. 

-Vos conduce, ¿Vale?

Camz asintió, mientras se sentaba en el asiento de piloto en la camioneta color negra.

-¡Oh Por Dios! ¡Hoy es Lunes!
La miré sin comprender.

-Lo se desde ayer.

Camila sonrió con las pupilas dilatadas.

-¡Hoy vendrá Ian, otra vez! ¡Oh si! Me encargaré que entre vos y Ian haya algo si o si.

Puse los ojos en blanco.

Ian era un amigo que conocimos el primer día de clases, al igual que Lauren y Haley.

Ian era muy lindo. Pero no me gusta de esa forma, me gusta, pero como amigo. El sabe de Paige, y la trata muy bien, de hecho, todos mis amigos y amigas aman a Paige.

-Sabes que no estaría por Ian por nada del mundo. A menos que haya un apocalipsis... bueno, sabes que solo me gusta como amigo.

Miré la pantalla de mi iPhone e introduje la contraseña.

Sentí que Camila bufó.

-Ian esta loco por vos, y eso todos lo saben.- Suspiré.- No entiendo porque no son novios, hacen una hermosa pareja.

Reí.

-Sigue soñando.

Susurré.

Camila me guiño un ojo y chasqueo los dedos.

-De eso me encargaré yo.

Di una carcajada.

Camila empezó a conducir hasta llegar a la aburrida Universidad. 

-¡Oh por Dios! ¡Oh por Dios! ¡Oh por Dios!
Gritó Camila para luego lanzarme a los brazos de Ian. Reí y cerré la puerta de la camioneta. 

Chasquee la lengua y me puse frente a los dos. Camila se separó al instante de Ian, y se puso detrás de él. Me guiño un ojo y habló sin decir una palabra: "Vamos, bésalo, no se ven el mucho tiempo". Reí bajito. 

Acomodé mi cabello, poniéndolo suavemente hacia atrás.

-¡Te extrañe un montón preciosa!
Sonreí, y extendí mis brazos para que Ian pudiera abrazarme. El lo hizo para luego darme vueltas en el aire. Besó mi cuello, y luego mi mejilla.

-¡No puedo creer que no nos hemos visto en todo un mes! 

Exclamé y besé la mejilla de Ian.

-Lo se, en verdad te echaba de menos.

Me sonroje. Busque a Camila con la mirada, pero ella ya no estaba.

Maldita sea...

-¿Como esta la pequeña Paige?

-Re bien.

Respondí algo nerviosa. No se desde cuando empecé a ponerme tan nerviosa con Ian. ¡Era Ian! ¡Solamente mi amigo! Nada más.