Capítulo 46: "Son Mías".

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Maratón

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Acaricié la pequeña y suave mejilla de Paige. Ella me miraba detalladamente. Sus ojos azules eran completamente hermosos. Besé su frente tiernamente.

Cerré los ojos, recordando lo difícil que fue tenerla... entre mis brazos... fue realmente doloroso y nervioso, y mucho más para una chica de 16 años.

Suspiré.

*FlashBack*

-No, me refiero, a que si Ian gusta de mí, el lo demostraría con lo que él dice, y obviamente no lo hace, no se de donde sacan la idea que él gusta de... de.- Puse mis manos en mi pancita, gemí de dolor.

Por favor... ahora no...

-¿Estás bien?
Cerré los ojos intentando aguantar el dolor. Mierda. Contracciones...

-¡Ah! 

Grité fuertemente. Camila dejó su vaso de leche con chocolate en su mesita de luz.

-¿Estás bien?.- Preguntó alarmada.

Negué con mi cabeza, volví a gritar.

-No me digas que...- Asentí al instante, Camila dio un grito, no se si fue porque no sabia que hacer o de emoción.- ¡LLAMA A UNA JODIDA AMBULANCIA!

Grité parándome su cama, con las manos en mi vientre. Abrí los ojos como platos.

-Se me rompió la bolsa... joder...

Susurré asustada.

***

-¡ME VOY A MORIR!

Grité entrando a la sala de parto. Maldita sea, los nervios se apoderaron de mí. Y también algo de vergüenza, gritaba como una loca maniática, juro que sentía que estaba apunto de morirme.

Respiré y exhalé varias veces. Abrí mis ojos al sentir que alguien estaba a mi lado.

Camila, vestida de azul, como una enfermera (No se exactamente como se llama el "uniforme" que usan los que entran a ver el parto, pero ya me entienden) Y ella odiaba el azul, quise reir pero una contracción me invadió.

-¡Mierda!
Chillé. El doctor de la clínica entro con una enfermera, mierda... mierda...

-Tranquila.- Camila tomó mi mano.- Respira.

-¿¡Y QUE CREES QUE HAGO!?

Grité histérica.

-Tranquila joven... Evans.- Miró sus papeles.- La nena nacerá ya, tranquila y siga las indicaciones que le dará la enfermera.

***

-Es hermosa..

Susurró Camila mirándonos.

Asentí con lágrimas en los ojos.

Tenía unas inmensas ganas de llorar de felicidad. 

Tenía a mi pequeñita... entre mis brazos...

Nunca imagine que iba a embarazarme a una edad tan "corta" de mi vida.

Pero no me arrepiento de nada. Joder, es hermosa.

-Te amo mi amor...

La amé desde el primer momento que me enteré que la tenía. Por eso me mudé a New York, tenía miedo que mis padres me gritaran o algo así... La amo... la amo con toda mi alma. Es lo mejor que me ha pasado en toda mi vida.

*Fin del FlashBack*

-Hola, amor... amores.

Saludó Ross, reí y levanté un poco mi cabeza para besar sus labios. Ross besó la frente de Paige.

Sonreí al notar que traía sus maletas.

-¿Te quedarás? ¿Por siempre? Di que si, di que si, di que si.

Rogué haciendo un puchero.

Ross rió y se lanzó a mi lado.

Paige comenzó a llorar del susto que se había llevado. La apegué a mi pecho.

-Tranquila mi amor.- Susurré en su oído.- Papi es un idiota.

Miré a Ross y lo fulminé con la mirada.

Ross rió, y me quitó a Paige. La pequeña sollozaba.

-Perdón, amor

Besó su respingona nariz.

Paige se calmo un poco pero no del todo.

Lo miré molesta.

Maldito Idiota.

-Por favor... no hagas sufrir a papi... Paige shh...

Abrí mis ojos al ver que Paige rió.

-Mira es igual que vos, bipolar.

Puse los ojos en blanco y recosté mi cabeza en su hombro mientras miraba a Paige.

-La Amo.

Susurré.

-Yo también.- Dijo sonriendo. 

-¿Ya no me querés?

Hice un puchero.

-Las amo a las dos, son mías, solo mías.

Di una carcajada.


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Sexo con mi profesor | Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora