Sexo con mi profesor | Ross Lynch

Capítulo 47: "¿En donde estas?".

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-¿Ian respondió uno de tus mensajes? 

Negué con mi cabeza. Para ser sincera, ni siquiera sabia que había sido de Ian en estos días, no iba a la escuela, no se conectaba, no contestaba mensajes, nada de nada. 

-Yo también no se nada.- Dijo Camila.- ¿Crees que este bien?

Asentí al instante.

-No creo que Ian sea tan idiota como para hacer una locura porque lo "rechacé" 

Camz asintió. Fruncí al ceño al ver un anuncio. La conexión era demasiado lenta. 

Puse los ojos en blanco al notar que Ross me llamaba según él era "urgentemente".

-¿Podés conectarte más tarde? Ross tiene problemas para cuidar a Paige.

Camila rió y asintió.

-Nos vemos, te quiero demasiado.

-Y yo.

Hice un puchero al cortar la videollamada de Skype. Guarde mi teléfono y seguí conduciendo hasta llegar a casa. Fui a hacer unas compras y Ross decidió quedarse con Paige. Y creo que no fue buena idea dejarlo con Paige. 

Abrí la puerta principal de la casa, y vi a Ross en el piso con un brazo que tapaba sus ojos, estaba sobra la alfombra. ¿Donde esta Paige?

Sonreí al ver que estaba viniendo hacia mí gateando, tiré las compras por algún lugar y la cargué.

-Hola mi amor.

La saludé dándole un beso en la mejilla. La nena rió dulcemente. La deje un rato en el sillón para poder poner las compras en la cocina. Una vez hecho esto volví a la sala.

-¿Qué le pasa a papi?

Susurré a Paige. Paige me miró sonriendo. Algo habrá hecho esta niña...

Paige aún no hablaba, tenía ya un mes y medio, el tiempo había pasado muy rápido. Y cuando la dejo con Ross suele hacer de las suyas.

Y no se como una bebé tan pequeña puede hacerle tanto... ¿Daño? a Ross.

-¿Vamos a despertarlo?

Paige asintió posando sus ojitos celestes en el cabello de Ross. 

Me paré con Paige en mis brazos, patee la pierna derecha de Ross. No se despertaba. Patee un poco más fuerte. ¡Nada!

Bufé.

Una idea llegó a mi mente. Sonreí maliciosamente.

Dejé a Paige sobre Ross, la pequeña se sujeto del sedoso cabello de Ross y sin querer tiró de él.

-¡MIERDA!

Chilló Ross. 

Paige comenzó a reir tiernamente. Mientras Ross maldecía por lo bajo y me fulminaba con la mirada.

-¿Por que estabas en el piso?
Pregunté volviendo a la cocina, luego de asegurarme que Ross se había parado. 

Ross frunció el ceño y trató de peinarse un poco su cabello.

-Porque esa niña.- La señalo con la mirada.- Tocaba a cada rato mi cabello. ¡No se que diablos tiene con mi cabello!

Reí. Me acerqué a Ross.

Le dejé un beso en los labios. Él me sujeto de la cintura. Acaricié el cabello que tenía arriba de su nuca. Besé nuevamente sus labios.

-Tu cabello es jodidamente hermoso, nene.