Sexo con mi profesor | Ross Lynch

Capítulo 15: "Sé que no será fácil".

Mi respiración empieza a entrecortarse. Me paro del escritorio, subo mis braguitas rápidamente, mi rostro esta totalmente ruborizado, puedo sentir mis mejillas arder más de lo normal.

-¿Qué hacemos?

Susurro apunto de explotar en nervios, mis manos tiemblan ligeramente.

-Escóndete en el escritorio, rápido.

Asiento, voy detrás del escritorio y me escondo en el enorme espacio que dejan todos los escritorios para poder poner las sillas giratorias. 

Puedo escuchar a Ross abrir la puerta del salón.

-¡Directora Morgan! ¿Qué se le ofrece? 

Por su tono de voz se nota que sigue algo excitado. Mierda... si nos descubren y mis padres llegan a enterarse me mandarán a un internado de monjas. 

-¿Todo esta bien, Lynch? escuché... sonidos extraños viniendo de aquí.

Ross ríe. 

-¿Cómo cuales? 

Muerdo mi labio inferior.

Sé que Ross tenía algo en mente, de lo contrario no hubiera preguntado eso.

Amo a Ross, pero aún así no podría evitar la golpisa que le daría mi padre si se llega a enterar de algo, aunque sea algo mínimo.

-Extraños sonidos, pero veo que aquí todo anda en orden... eso espero Lynch, tengo mucha confianza en usted, espero no tener que despedirlo por gustar de una alumna, ya he despedido a varios maestros debido a eso...

Abro mis ojos a tope. 

-Por supuesto que no pasar, soy muy responsable en mi trabajo como para arriesgarme a perderlo en tonterías como lo que usted acaba de decir.

Cierro los ojos, y suspiro sin hacer ningún tipo de ruido.

-Eso espero Lynch... eso espero...

Dice para luego cerrar la puerta.

Rápidamente salgo del escritorio. Tengo ganas de llorar.

Tengo que admitirlo, lo amo, amo a Ross pero... esto es prohibido, él es mi profesor, no puede ser nada más.

Me siento en la silla de Ross, apoyo mis codos en el escritorio y escondo mi rostro con mis manos.

-¿Estás bien cariño? 

Me pregunta tomándome de las manos suavemente.

Niego con mi cabeza.

Lo abrazo con todas mis fuerzas. 

Una lágrima corre por mi mejilla.

No quiero que Ross pierda su trabajo por mi culpa, eso es lo último que quiero.

Nunca me perdonaría si lo despiden por mi culpa.

-Mi amor que sucede.- Dice agarrando mi cintura.

Suspiro.

Tomo su rostro, hago que me mirara directamente a los ojos.

-Esto es imposible Ross... nosotros no podemos estar juntos. 

-Pero... ¿por qué?

Bufo.

-¿Qué no lo entiendes Ross? ¡Eres mi maestro y yo tu alumna! ¡Es algo prohibido!.

-Pero, yo te amo...

Acaricia mi mejilla.

Me separo de él.

-Y yo también, estos 3 días han sido fenomenales pero pensándolo bien no quiero que te despidan por mi culpa, me sentiría terrible.

-No lo harán, cariño, nosotros... 

Lo interrumpo.

-No Ross, no hay un nosotros, lo nuestro fue un error, nunca debió pasar, nunca.

Digo secamente.

-Sé que es difícil pero haré lo que sea necesario para olvidar lo nuestro... tú también tienes que hacer lo mismo Ross... 

Ross niega con su cabeza.

-Por favor _____...

-Ross, ¡me siento terrible!  ¿Y si se llegan a enterar? ¡Ya han sido 2 veces en las que han estado apunto de descubrirnos! ¿Y si pasa una vez más? no me quiero arriesgar Ross...

Ross suspira.

-¿Como quieres que te olvide luego de todo lo que hemos pasado?

Sollozo.

-Sé que no será fácil... pero tenemos que hacerlo Ross, es por nuestro bien, te quiero, sólo espero que no lo olvides.

Beso su mejilla y luego su nariz.

Agarro rápidamente mi mochila y salgo del salón casi corriendo. Me encierro en el baño de chicas y comienzo a llorar.

Sé que no será fácil dejar de amar a una persona que significa mucho para ti y en especial porque lo amo de verdad...

Pero por lo menos... tengo que intentarlo.

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