Capítulo 23: "¿Dónde demonios estás?".

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Maratón


Cuando abro los ojos veo a Camila frente mío. Quien me abraza con fuerza.

-No llores... ¿vale? lo encontraremos.

Sollozo.

Niego con mi cabeza.

-Todo esta perdido Camila... todo.

Vuelvo a sollozar miro hacia el piso.

-No todo esta perdido... tal vez si te levantas podríamos entrar a su casa y ver si esta allí, como dice el letrero la casa esta en venta, eso no quiere decir que se haya mudado aún o la haya vendido.

Asiento. Limpio mis lágrimas y me paro junto a Camila.

Caminamos pero al notar que la puerta estaba cerrada, nos vamos hacia la parte de atrás.

-También esta cerrada.

Dice Camila suspirando.

Me agacho, levanto un poco el tapiz y saco las llaves de Ross. 

Por alguna tonta razón siempre las escondía ahí. Me lo dijo cuando aún estábamos...

Juntos...

Camila ríe y abre la cerradura para poder abrir la puerta.

-¡Wow! ¿Vive solo? 

Pregunta observando todo.

-Si.

Sonrío amargamente.

-Este tío esta forrado.

Sonrío sin alguna gracia y sigo caminando con mucho cuidado.

Nos separamos para recorrer la casa más rápido.

Sonrío al ver el sofá.

Todo ha comenzado ahí... el trato... 

Como quisiera retroceder el tiempo.


*flashback*

-Veamos... la química es la ciencia que estudia tanto la composición, estructura y propiedades de la... completa la frase, recuerda que lo hemos estudiado hoy.

Mordí mi labio inferior.

-De la... eh...- el maestro Lynch me miraba esperando una respuesta.- ¿De la madera?   

El maestro Lynch rió. 

-De la materia, _____.

Bufé.

-¡Odio la química!.- Dije cubriendo mi rostro con mis manos.

Lynch me quitó las manos del rostro. No se como pero me puso encima de él. 

-¿Te parece si hacemos un trato? 

Tenía las pupilas dilatadas. Su mirada reflejaba deseo y lujuria.

Lo miré confundida.

-¿Que te parece si...- Puso sus manos en mi trasero.- Vos y yo tenemos sexo, nadie tiene que enterarse, y yo... te aprobaré en química, te pondré 10 en todas las pruebas.

Mordí mi labio inferior.

*fin del flashback*


Más lágrimas brotan de mis ojos al recordar eso.

Suspiro y me alejo de la sala principal. 

Subo las escalones casi corriendo.

Camino y entro a su habitación.

Sollozo al recordar que en esa misma cama hemos tenido sexo... no... hemos hecho el amor.

Comienzo a llorar desconsoladamente. 

Me recuesto en la cama, abrazo la almohada que tiene su delicioso olor. 

Aún lo amo... no lo puedo negar.

-¿Dónde demonios estás? 

Sollozo.


Ross:

Me dirijo al mostrador y con la mejor sonrisa que puedo poner escucho los vuelos que se realizan en dos días.

Sé que esta mal irme, sin decirle nada...

Tal vez ella no quiere saber nada de mí. Por eso no le diría nada.

Nuestra relación esta oficialmente terminada.

Me iré de Los Ángeles por un buen tiempo para aclarar las cosas y todo eso.

Quiero continuar con mi vida sin _____. Aunque deberás me haga falta.

Sé que por dentro aún la amo con todas mis fuerzas.

Aprieto los labios y suspiro.

-De acuerdo... deme un boleto de avión para Inglaterra.

La chica que atiende asiente.

Saco mi tarjeta de débito y se la doy.

Espero unos minutos para que luego me diera los papeles y todo eso.

-Gracias.- Le dedico una falsa sonrisa.

-De nada guapo... cuando quieras 

Me guiña un ojo.

Bufo y salgo del aeropuerto.

Me monto en mi camioneta y conduzco hasta mi casa.

Cuando llego abro la puerta de mi casa.

Y entro.

Dejo los papeles en la mesa transparente y subo los escalones.

Voy a mi habitación.

Al abrir la puerta un aroma totalmente fresco y delicioso inunda mis sentidos.

Ella... ha estado aquí.

_____ ha estado aquí.



Sexo con mi profesor | Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora