Sexo con mi profesor | Ross Lynch

Capítulo 12: "Oficialmente".

Fin de la maratón

Sonrío a más no poder. ¿Ross me... quiere? 

Siento que lloraré de la felicidad ahora mismo.

-¿Tu... tu... 

Me interrumpe dándome un beso en los labios.

-Yo te amo _____. 

Estoy apunto de decir algo, pero me calla, dándome un bonito beso.

Siento  como su miembro entra en mí. Gimo y arqueo la espalda mientras Ross me besa.

Comienza a embestir suavemente, para no hacerme daño. 

Nuestras lenguas juegan, gimo al sentir que su miembro cada vez se hunde más en mí. Sus besos bajan a mi cuello, besándolo a la misma vez que deja pequeñas marquitas rojas. Baja a mis pechos y lame mi pezón derecho.

Gimo y alzo las caderas, ayudándolo a que llegáramos al orgasmo más rápido. 

Mis manos acarician su cabello por la parte de atrás de su cabeza. 

-¡Ah!.- Gimo, Ross toma mi mentón y me besa con más intensidad. 

Sus embestidas son lentas, parece que quisiera hacer durar esto por mucho tiempo.

Ross tira de mi labio inferior, entreabro los labios para que pueda introducir su lengua.

Me encanta estar así con él.

Nunca he sentido esto por ningún chico... tal vez sea... amor de verdad. 

Sus embestidas aumentaba. Suspiro y tiro mi cabeza hacia atrás, arqueo mi espalda y emito un pequeño grito.  

Estoy apunto de correrme, quiero correrme junto a Ross pero no puedo aguantar más.

-¡Ah!.- Gimo.

Me dejo llevar y me corro... me sorprendo al notar que Ross también se ha corrido. 

Gimo.

-¡Oh!.- Gime Ross, deja caer su cabeza sobre mis pechos. 

Acaricio su sedoso cabello rubio, no puedo borrar la sonrisa de mi rostro.

Ross se tiende a mi lado y besa mi mejilla, me abraza de la cintura y deposita su mentón en mi hombro.

-Te amo _____, no tienes ni idea de cuanto te amo.

Volteo para poder mirarlo.

Tomo su rostro entre mis manos y lo beso. 

-Yo también te amo Ross... 

Una hermosa sonrisa se posa en sus ahora rojos labios. 

-¿Hablas enserio? 

Rio.

-Muy en serio.

Ross me abraza, besa mi hombro. 

***

-Tendremos que aprovechar el tiempo que tengamos juntos.- Pongo mi cabeza en su hombro.

Ross agarra mi mano y la besa.

-¿No les puedes decir que vas a tener una pijamada en la casa de Camila? 

Niego con mi cabeza.

-Todos los días no puedo, comenzaran a sospechar.

Ross me pone en su regazo, besa mis labios una vez más.

-Tal vez esto sea muy rápido... pero... en verdad te amo _____, cuando te vi por primera vez, entrando al aula de clases con tu botella de Blix- rio al recordar ese día-. No pude dejar de pensar en ti, dirás que estoy loco pero, no solo te amo, te deseo, te quiero más de lo que tu imaginas... por eso... ¿quieres ser mi novia? 

Sonrio y no tardo en lanzarme a sus brazos.

-¡Siii!.- Exclamo en un pequeño gritito. 

Ross me sonríe y me aprieta más contra su cuerpo, beso su cuello, para luego besar sus preciosos labios.

-Te amo, te amo, te amo, no me cansaré de decirlo, te amo.- Dice.

-Entonces... ¿somos novios?

Digo sin quitar mi enorme sonrisa. 

Ross también sonríe.

-Oficialmente, preciosa.

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