Estrellas

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Se removió entre las sábanas, su cuerpo se sentía diferente, pesado, cansado y adolorido en algunas partes, gruñó, llevando sus manos a sus ojos para tallar y bostezar, se estiró, aquello se sintió una tortura deliciosa.

Abrió los ojos lentamente, lo primero que vio fueron algunos peces a través de la ventana, entonces recordó con claridad lo que había sucedido la noche anterior, se sentó, haciendo una mueca por lo adolorida que estaba su cadera, tragó en seco cuando se dio cuenta que estaba a solas, mordió su labio inferior queriendo llorar. Había caído, lo que dijo que no haría, y ahora la realidad sería que sus sentimientos y corazón serían destrozados. Namjoon había conseguido lo que quería y ahora, estaría menos interesado.

Aunque, la noche anterior hubiese sido mucho más de lo que imaginó, y su cuerpo habría sentido mucho placer y confort, no le quitaba peso al arrepentimiento que sentía esa mañana ¿Y si Namjoon sólo jugó con sus sentimientos? ¿Cómo se enfrentaría a ser uno más del montón?

Se puso en alerta cuando escuchó ruido, Namjoon entraba con un carrito donde llevaba los alimentos, estaba con una bata de baño blanca y el cabello mojado, al verlo despierto le sonrió, se acercó a él y bajo el rostro para darle un ligero beso en los labios.

—Trajeron el desayuno mientras estaba en la ducha, quise dejarte dormir más, tienes el sueño pesado ¿Cómo te sientes?

—¿Bien? —balbuceo confundido.

—¿Es una pregunta o una afirmación? —respondió con una sonrisa—. Vamos a desayunar que muero de hambre. ¿Quieres tomar un baño? El agua está muy bien.

—Sí, después de comer algo.

—Toma, comamos en la mesita. No me gusta comer en la cama.

Tomó la bata blanca y se la puso, tratando de ocultar bien su cuerpo, tal vez Namjoon se dio cuenta porque se rió ligeramente. Sus piernas se sentían tensas cuando se levantó, trató de ocultarlo, yendo a sentarse frente a la mesita, Namjoon acercó el carrito y comenzó a poner en la mesa la comida. Se moría de hambre, su estómago rugía, por lo que comenzó a comer lentamente. Su mente estaba hecha un caos y había muchas dudas, pero, no tenía la confianza de decirlas en medio del desayuno.

—¿Te gusta?

—Sabe bien—asintió con una sonrisa.

—Me alegro que te guste. Hoy tenemos mucho qué hacer.

—¿De qué hablas?

—Es tu cumpleaños y tengo un itinerario planeado, iremos por tu regalo.

—No es necesario.

—Claro que lo es, regresamos mañana, así que tenemos que aprovechar.

Jin no pudo evitar sonreír. —Si que tenías todo esto planificado ¿Debo sentir miedo?

—No muchas veces tenemos el tiempo de salir a disfrutar, así que aprovecho, tengo unos días de vacaciones a tu lado, algo que debo agradecer.

—Me sorprendes ¿Haces esto con cada persona que quieres conquistar?

—No, hago esto sólo contigo.

Bajó la mirada, porque estaba seguro que sus mejillas se habían sonrojado. Comieron en silencio, pero, lejos de ser incómodo, era una situación dulce. Hace mucho que no salía con nadie, que no tenía un desayuno ni una cita después de una noche de pasión.

Cuando terminaron, se levantó para tomar un baño, pero Namjoon lo detuvo para besarlo, fue un beso dulce, lento y pausado, lleno de algo que hizo que su corazón latiera con fuerza.

 Glorious  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora