Yoongi estaba cabreado, como Hoseok lo había advertido, la situación se salió de control, había papeles regados por el piso, un cuadro partido a la mitad y una pieza de cristal destruida en miles de pedazos esparcidos por la oficina, los tres hombres estaban mirándose fijamente, uno de ellos tenía acelerada la respiración, su pecho subía y bajaba y sus fosas nasales estaban dilatadas, sus ojos oscuros y su cuerpo tenso. Estaba furioso.
Hoseok se mantenía al margen, no le gustaba cuando Yoongi perdía la cordura, en más de una ocasión los dos se habían enfrascado en una pelea que culminaba en los golpes, era su mejor amigo, por lo que aborrecía pelear de esa manera con él. Comprendía su enojo, ya que al igual que él, creía que Namjoon había perdido por completo la cabeza.
—Está de más decir que me niego ¿Verdad? —dijo Yoongi entre dientes.
Namjoon no se inmutó con la mirada que el pelinegro le lanzó, no se encogió en su asiento como cualquier otro, o balbuceo, no lo hizo, porque sabía que Yoogi lo respetaba lo suficiente como para no pasarse de listo. Hasta las fieras saben cual es la mano que les da de comer.
—Yoongi, no te estoy preguntando si quieres hacerlo, es una maldita orden, estoy hasta la madre de tus pendejadas, vas a hacer esta mierda de colaboración y limpiaras tu puto nombre y el de mi empresa, te guste o no.
—No puedes obligarme, si lo haces me voy de esta puta empresa—rio con burla.
—Tu contrato vence en dos años, hazlo y te meteras en un problema legal, que créeme es lo último que te falta para acabar por completo con tu carrera.
—No puedes hacer esta mierda, Namjoon—hizo una mueca—. Me niego.
Namjoon se acomodó en la silla y tomó una bocanada de aire, antes de comenzar a hablar sin apartar la mirada de Yoongi, quien parecía un poco más tranquilo, ahora la mirada de furia había sido reemplazada por una de desolación, se sentía traicionado.
—Jimin tiene una muy buena reputación en el país e internacionalmente, es alguien que sin duda te ayudará a limpiar tu imagen, además Yoongi, ambos sabemos que esto es lo que necesitas.
Yoongi bufó cruzándose de brazos, cosa que denotaba lo cerrado que estaba ante aquella idea que no tenía sentido alguno. —Nadie necesita su maldita ayuda, no uses esa cantaleta barata, han pasado siete años.
—La necesitamos, estas en medio de un problema grave legal por haber golpeado a ese idiota, las personas hablan de ti de una manera negativa, una que te puede costar el estar dentro de los charts o tener contratos publicitarios, Nike acaba de quitarte de sus anuncios ¿Es eso lo que quieres? Por los malditos escándalos te irás al carajo, tus fans te apoyan pero ¿Hasta qué punto? No todos pueden soportar que su idol se meta en problemas. ¿Quieres ser el mejor? ¿Quieres un maldito Grammy? Entonces trabaja limpio, acepta que necesitas la ayuda de Jimin.
—No quiero escuchar la mierda de discurso, no me interesa, además ¿Realmente crees que Jimin aceptará? Casi le jodo la vida.
Namjoon chaqueo la lengua, a pesar de la furia de Yoongi, aún podía ver una mínima alusión a ese brillo que años atrás había perdido por completo.
—Jimin fue quien pidió la colaboración—respondió con una media sonrisa—. Pero ¿Por qué? ¿No tienes curiosidad?
Yoongi paro en seco el reclamo que estaba a punto de dar, sus ojos se entrecerraron creando una línea fina, la comisura de su boca se deformó, en su mente una serie de pensamientos arrasaban con su atención, una parte de él se negaba a creer que Namjoon estuviese en lo correcto, pero otra, se aferraba a la idea de que sea Jimin, el que después de años, quisiera verlo. No pensó que sucedería, mucho menos después de lo mal que había terminado todo.
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Glorious
FanfictionCuando la gloria, el lujo, el poder y el reconocimiento lentamente aniquilan por dentro. "¿A qué sabe la gloria?" Taegi Namjin Yoonmin Kookv Jikook HopeV HopeHa amor contenido erótico