Glorious

Rey de mentiras

Estaba lloviendo cuando tocó aquella puerta, no sabía a donde más ir, estaba molesto, había llorado, golpeado cosas y arrastrado a un mar de odio, en ese momento aborrecía a Yoongi, no quería saber nada de él, no deseaba verlo ni escuchar sus vacías explicaciones. Quería vengarse, no era así como había planificado que sucedieran las cosas, él creía que su vida estaba resuelta, que podría tener lo que siempre quiso y cumplir su sueño, sin embargo, no era así, su sueño fue destruido por la persona que dijo que le amaba.

—¿Jimin? ¿Qué haces aquí? Taehyung no está.

—No estaba buscando a Taehyung, ¿Podemos hablar?

Jungkook le miró perplejo, pero, le dejó entrar, Jimin miró alrededor de aquel pequeño departamento, donde sabía que vivía la pareja con su pequeño hijo, había escuchado de Jin que estos estaban peleados, que Taehyung se había ido al departamento de Jin porque no soportaba ver a Jungkook. nunca estuvo cerca de este a solas, siempre que había una reunión donde coincidían estaban rodeados de los demás, aun así, Jimin podía ver algo diferente en los ojos de Jungkook, algo que él mismo tenía y esa era la ambición por una nueva vida, por la fama.

—¿Estás bien?

—No—suspiró—. Necesitaba hablar con alguien y no sé por qué siento que tú puedes entenderme.

—Te escucho—se sentó a su lado en el sillón, Jimin podía verlo bien, era atractivo, era joven, un par de años mayor que él, pero no dejaba de tener un atractivo evidente.

—Me han corrido de la empresa—dijo con los labios temblando debido al enojo.

—¿Cómo? pero, ¿No ibas a debutar en dos meses?

—Sí, iba a hacerlo, no hice nada malo—soltó las primeras lágrimas—. El señor Kim me dijo, al parecer lo decidió junto a Yoongi, no entiendo por qué, es cruel hasta para él.

—¿Te dijo cuál era la razón? —preguntó aun confundido.

—No, el imbécil sólo me mandó un mensaje diciendo que era necesario y que me explicaría, pero, no quiero escucharlo.

—Esto es muy extraño, conozco a Yoongi y al señor Kim, no harían algo así sin una buena razón.

—¿Debe haber una buena razón para destruir los sueños de alguien que se ha esforzado tanto? —negó bajando la mirada—. Ya no siquiera puedo estar en la empresa, tengo que irme a otra, ellos me dijeron que ahí me iban a recibir, pero, Dios, estaba a nada de debutar, esto se puede atrasar años.

—Sí, puede que sea así—bufó—. Tienes razón al estar molesto—chasqueo la lengua—. Te entiendo, ¿Sabes? Esye es mi sueño, he luchado mucho por ellos, siempre quise esto, pero, Taehyung no lo entiende, quiere que interponga al bebé a mi sueño, pero no entiende que si tengo éxito esto también nos va a beneficiar a los dos, me siento atrapado entre lo que quiero y lo que los demás piensan que debo hacer.

Jimin le miró con una media sonrisa triste. —No es justo que ellos digan que nos aman y después, simplemente destruyan lo que somos.

—No, no es justo—suspiró—. Debes esforzarte, demostrarle a Yoongi que puedes hacerlo sin su ayuda, entonces todo estará bien, esa sería tu venganza.

—¿Qué es lo que vas a hacer tú?

—No lo sé—relamió su labio inferior triste—. Amo a Taehyung, también a mi bebé, pero, ¿Por qué no puede apoyarme?

—Eres un gran chico, que está luchando por lo que quiere, debería de darte el crédito por ello.

Ambos se miraron a los ojos, no sabían si era la necesidad de ser entendidos o simplemente, que el uno al otro inflaban sus egos, Jimin se acercó, creyó que lo apartaría, entonces tendría que decir que lo sentía y que sólo lo había hecho porque estaba herido, no esperaba que Jungkook se acercara también para besarlo, fue un beso incómodo al principio, pero, después de unos segundos ambos se relajaron. Jimin subió a su regazo y se perdió en sus caricias.