Glorious

El desafió

SeokJin estaba cansado, eran las nueve de la noche y apenas había terminado las escenas de ese día, le encantaba actuar, pero le estrenaba saber que mañana tendría llamado a las siete y que debía estar en el estudio puntual, porque él amaba ser puntual, su profesionalismo era palpable, envidiable para muchos, para él simplemente era hacer su trabajo, estaba terminando de desmaquillarse, se puso la ropa cómoda con la que había llegado y salió del estudio, su mánager le esperaba en la puerta del edifico. Se despidió de algunos de los actores y trabajadores, estos lo tenían catalogado como una excelente persona a pesar de que los medios lo tachaban de divo con aires de grandesa. No era su culpa ser exigente y saber lo que le gustaba.

—Jin—dijo su mánager al verlo—. El señor Kim está esperando en su auto, en el estacionamiento.

Levantó una ceja con sorpresa. —Muy bien, nos vemos mañana—dijo como despedida, este ni se inmutó, sabía que aquello no era anormal, al contrario, sucedía mucho más de lo que cualquiera podía pensar.

Caminó a paso lento, seguro de que nadie estaba cerca al ser un set cerrado, subió a aquel auto Mercedes negro, se sentó en el asiento del copiloto y suspiró dejando sus cosas a sus pies, dentro el ambiente era cálido, podía oler el aroma a colonia varonil, era un amaderado muy fuerte, pero atrayente. Miró al conductor con una ceja alzada. Namjoon estaba como siempre, impecable, vestía con un traje negro, camisa de cuello blanca que marcaba su pecho firme, sus brazos estaban creciendo en musculatura, su cabello castaño estaba peinado hacia atrás y llevaba unos lentes cuadrados cristalinos, sin armazón.

—¿Qué haces aquí? —preguntó con una ceja alzada.

—Salí tarde de una junta hambriento, llame a Jake y me dijo que seguías en el set, pensé que podrías tener hambre. Dos personas hambrientas pueden hacerse compañía en la cena.

—Bueno, en eso tienes razón, pero corre por tu cuenta. Cenar conmigo tiene su costo ¿En dónde más encontrarías esta increíble compañía?

—No tengo miedo admitir que en ningún lugar—negó con una sonrisa ladina—. Iremos a un buen lugar, algo que sé te gustará.

SeokJin hizo una mueca. —No creo estar vestido adecuadamente.

—Tonterías, estas bien, te ves cómodo y lindo ¿Te han dicho lo hermoso que te ves sin maquillaje? —le sonrió con picardía, antes de poner en marcha el auto.

—Claro que me lo han dicho, soy el rostro más hermoso del mundo—bufó intentando ocultar su sonrojo—. Pero eso tú ya lo sabes.

—Oh créeme que lo sé cariño, eres un sueño, si te dijera las veces que he soñado contigo.

—Eres un asqueroso—dijo antes de soltar una carcajada.

El ambiente entre ellos era tranquilo, una mezcla de emociones amenas que se reflejaban en su convivencia, desde siempre había existido una fuerte conexión entre ambos, pasaban tiempo juntos, a escondidas de los curiosos, no querían que las cosas se pudieran malinterpretar.

—¿Cómo estuvo tú día? —preguntó Namjoon aparcando en el estacionamiento de un restaurante conocido por ambos.

—Me siento cansado—suspiró poniéndose la capucha de la sudadera y los lentes oscuros, ambos bajaron después de eso.

El lugar era tranquilo, no había mucha gente debido a la hora, por lo que no les fue difícil conseguir una mesa en un ala privada, donde nadie podría verlos o interrumpirlo, se sentaron en la mesa, mirando la carta, decidían en silencio que comer, hasta que estuvieron listos para ordenar, sería algo sencillo, carne, con guarniciones y algo de alcohol, menos Namjoon quien manejaría.