El tiempo no avanza

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Estaba echado después de una noche llena de alcohol, se sentía desdichado, solo y acomplejado, porque las palabras de Namjoon rondaban en su cabeza, había alejado a la única persona que lo quería y que demostró estar a su lado de forma incondicional. Lo arruinó, alejó a Hoseok y ahora no lo tenía.

No se había dado cuenta lo mucho que lo necesitaba hasta que estuvo sin su compañía diaria, sin sus consejos, sin sus platicas sin sentido, su energía y su diversión, lo necesitaba para ser él, pero este no respondía sus mensajes. Ni siquiera quería verlo, en la empresa había dejado claro que no quería verlo cerca. Estaba jodido.

Se había mantenido en su departamento por una semana, ni siquiera quería ver el proceso de su álbum, estaba deprimido, no quería ver a nadie, ni saber de nadie, estaba cabreado con todo lo que se movía a su alrededor. Pero, al parecer las personas no comprendían, porque alguien no dejaba de tocar su timbre. Gruñó y se levantó, echaría a cualquiera que quisiera molestar.

Caminó por el pasillo a paso letárgico y abrió la puerta, su semblante cambió, Taehyung le sonrió.

—Hola tú—dijo con un suspiro, miró más abajo y sonrió—. Hola pequeño.

Jungwon le sonrió. —Hola tío Yoongi, vinimos a verte, papá compró comida, porque no sabe preparar nada.

Taehyung rodó los ojos. —Eso era innecesario hijo, ¿Podemos pasar?

—Claro, adelante y disculpen el desastre.

Ambos entraron, Jungwon miró alrededor, era más sobrio que el departamento de Jungkook, pero igual de bonito, Taehyung dejó la comida sobre la mesa y comenzó a recoger las botellas de alcohol vacías, le miró con una ceja alzada y Yoongi bufó.

—¿Tienes hambre? —preguntó Taehyung con amabilidad.

—Mucha—asintió—. Traeré los platos y...eso.

Jungwon le ayudó a su padre a recoger, Yoongi estaba apenado, jamás tenía vistas y cuando las tenía, su casa era un desastre. Terminaron de limpiar y de poner la mesa, los tres se sentaron a comer, la escena era tan hogareña, que Yoongi se sintió confundido e incómodo. No es que no le gustara, pero para él era una situación extraña.

—¿Cuál es el milagro de su vista?

—Jungwon y yo queríamos estar un rato contigo, hace mucho que él no te veía y estaba preocupado.

El niño bajo la cabeza apenado. Yoongi le sonrió y despeinó sus cabellos.

—Jungwon eres bienvenido a venir cuando quieras—suspiró—. No siempre es así de desastroso, sólo que anoche tuve una pequeña fiesta conmigo mismo.

—Tío Jin dice que el alcohol mata neuronas y vuelve a las personas idiotas, no bebas tanto tío.

Yoongi soltó una carcajada. —Jin no sabe divertirse.

—Tío Jin es muy divertido—dijo el niño con el ceño fruncido—. Dijo que me traería cosas divertidas de Dubai.

—Yo le pediré alcohol importado.

Taehyung negó. —Es tarde Wonie, tío Yoongi ya es idiota.

—Ash, vienen a mi casa a ofenderme, son malvados.

Jungwon rio cantarinamente, mientras que Taehyung se encogió de hombros, Yoongi pareció complacido con aquella escena, ellos eran lindos y amables, había olvidado lo mucho que le gustaba estar carca de Jungwon. Al final de cuentas era su padrino, lo había visto crecer y convertirse en un niño encantador.

—¿Has visto redes sociales?

—Sí—se encogió de hombros—. Muchos nos apoyan, otros quieren que dejemos la empresa, Namjoon ya sacó el comunicado de, es difícil confirmar o negar la noticia, porque es la vida privada de los artistas. ¿Qué piensas hacer?

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