[Capitulo 5]

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Edmond.

No sé de donde me ha salido la idea de mencionarle a esa chica acerca del Jardin Botánico De Rosas; al cual hemos ido Matt y yo un par de veces, la verdad lo conozco de memoria, pero no se porque se me a ocurrido la brillante idea de mencionarselo y de mentirle diciendole que no lo conozco.

—¿En que piensas Jones?

La voz de Matt me saca de mi burbuja, en la cual parece que llevo un largo rato.

Me está mirando con un toque de diversión en su mirada y no puedo evitar hacer una mueca, que se supone que tuvo que haber sido más una sonrisa, pero... No estoy de humor.

Bueno, la verdad, es raro cuando lo estoy. Pero ya eso es otra historia.

—Tengo planes para hacer algo el sábado y necesito que tú vengas conmigo.— Lo señalo con mi dedo y se hace el sorprendido para luego sonreir.— Necesito que le avises a los demás chicos.— Agrego.

El favor que le estoy pidiendo, suena más como una orden que como un favor, pero a estas alturas ya nada importa. La verdad ya nada me importa desde hace un tiempo.

Matt abre su boca para decir algo y la cierra de golpe. Puedo notar la vacilación en su mirada y decido preguntarle yo.

—¿Qué tienes que decirme?— Indago y no apartó mis ojos de los de él, quién se encuentra en una disyuntiva entre sí decirme lo que quiere decirme o dejarlo simplemente pasar.

Me observa unos instantes más y lo suelta sin rodeos.

—Tú padre estuvo hoy buscándote.— Sus palabras son pausadas y calculadas y hace que lo que acaba de decirme haga estragos en mi cabeza.

¿Por qué mierda debe suceder esto cuando no estoy?

Vivo con Matt desde hace algunos meses, debido a mi mala relación con mi padre y también debido a su problema con el alcoholismo. Dicen que los polos opuestos pueden estar juntos, pero en el caso de mi padre y yo no es así en lo mas mínimo. Somos eso, dos polos opuestos que simplemente no deben estar juntos.

Norte y Sur con demasiado trecho de por medio.

—¿Qué quería?— Pregunto a la defensiva y no puedo evitar tensarme al hacerlo.

No me gusta tener que ver nada con mi padre. Si me mudé lejos de él es por qué no tolero tenerlo cerca, lo peor del caso es que él lo sabe e igual ignora el punto.

—Lo de siempre...— Añade Matt con algo de cansancio y preocupación en su voz.— Alcohol y saber donde estabas.— Responde lo que ya esperaba escuchar.

El simple hecho de imaginarme a Edgar Jones venir a nuestro apartamento a ser el imbécil que siempre ha sido, me pone enfermo.

La primera vez que se presentó aquí hizo un desastre, ya que estaba tan borracho que no podía ni mantenerse en pie, rompió algunas cosas en el apartamento intentando sujetarse para manterner su equilibrio.

Matt estaba tan furioso ese día que tenía ganas de golpearlo, pero me interpuse en medio para evitarlo.

Esas mismas ganas no me faltaban a mi, él desgraciado es mi padre y todo eso, pero de igual manera a veces se pasa de infeliz con toda su mierda.

—Lamento mucho hacerte pasar por la misma mierda de nuevo.

Lo digo completamente en serio, mi amigo siempre intenta ser quien da la cara cada vez Edgar viene, para evitarme el disgusto de hablar con él.

Matt y yo llevábamos casi cinco años de amistad, nos conocimos en un gimnasio de box cuando apenas éramos unos críos. Me conoce demasiado bien, sabe que no puedo tolerarlo y que no puedo controlar mi temperamento cuando estoy cerca de él.

Te Reto.[En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora